Personal médico dependiente del Ministerio británico de Interior autorizó ensayos experimentales de fármacos con niños internados en dos reformatorios ingleses durante la década de 1960, según documentos desclasificados ayer por los Archivos Nacionales y divulgados por los medios británicos. De acuerdo con esos datos, hasta ahora protegidos, en ningún caso se consultó con los padres de esos menores y la decisión de proceder con las pruebas médicas se dejaba a los gestores de las instituciones.

En uno de esos centros, el Richmond Hill Approved School, que albergaba a alumnos a partir de los 15 años, se administró un fármaco para luchar contra las convulsiones entre los residentes considerados más problemáticos. Según los documentos, en otro colegio de niñas cercano a la ciudad de Leeds, el Gobierno autorizó otro ensayo -que no llegó a hacerse- con un fármaco sedante.