Una quinta parte de la población gallega (el 22%) está en riesgo de exclusión social, una tasa que se sitúa ligeramente por debajo de la estatal (25%), según indicó esta mañana en A Coruña el secretario general de Cáritas España, Sebastián Mora, tras renovar la colaboración entre Cáritas y la Fundación Barrié para luchar contra el abandono escolar. "Un indicador de la pobreza es la renta, pero otro el académico", señaló Mora. Una idea que compartió el presidente de la Fundación, José María Arias, quien recordó que los niños que viven en una situación "de desigualdad" o dificultades económicas, "tienen menos posibilidades para formarse al mismo nivel que el resto de sus compañeros". Por ello, Cáritas y la Fundación Barrié llevan dos años ayudando a familias en situación de vulnerabilidad para impedir que sus hijos dejen de forma precoz los estudios. Desde 2015, ambas entidades atendieron a más de 1.424 menores de Galicia, de unas 1.200 familias que se encuentran con dificultades económicas al no tener trabajo o tener empleos precarios. El programa de ayuda tiene dos líneas principales: por una parte ayudas para cuestiones concretas como el transporte escolar, el comedor, el apoyo extraescolar o sufragar el coste de unas gafas o un audífono y por otra, los expertos trabajan con los padres para mejorar su formación de cara a una mejor inserción laboral y también les ayudan a trabajar sus roles parentales.