El Ministerio de Sanidad anunciaba el pasado viernes que se había reestablecido el suministro de vacunas contra la meningitis B -comercializadas bajo el nombre de Bexsero- y que se pondrían a la venta 230.000 dosis tras meses de problemas de abastecimiento porque el fabricante no era capaz de cubrir la gran demanda existente. Pese a este anuncio, las farmacias coruñesas todavía no habían recibido ayer las nuevas dosis. "Ni los farmacéuticos ni en almacenes de distribución con los que hemos consultado cuentan aún con las unidades de Bexsero anunciadas", señalaban desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, donde indicaban que prevén que el suministro se restablezca "en los próximos días", tal y como les indicaron desde el Consejo General.

Pese a que el Ministerio hablaba el viernes de un envío de 230.000 nuevas dosis, desde la Agencia Española del Medicamento se comunicó a las farmacias coruñesas que se ha liberado un lote de 317.365 unidades de Bexsero que habrían comenzado a distribuirse en el día de ayer. Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña calculaban ayer que, si el reparto de dosis se hace de manera homogénea entre todas las boticas españolas, llegarán a la farmacias de A Coruña un total de 7.934. "Las farmacias coruñesas representan un 2,5% del total de España. Son 549, así que se distribuirán unas catorce dosis por botica", indicaban desde el Colegio coruñés.

Unas cifras que podrían ser todavía insuficientes ya que, hasta hace poco, persistían largas listas de espera para adquirir este fármaco en muchas farmacias coruñesas. Pese a que en la mayoría la lista ha bajado en el último año -llegó a haber casos con 200 personas en lista de espera-, en zonas como Arteixo aún había una gran demanda a principios de este año.

Varias muertes registradas por meningitis en Galicia en el año 2015 hizo que la demanda de este fármaco se disparase entre los padres gallegos. Pese a no incluirse en el calendario de vacunación oficial puede adquirirse en farmacias desde hace meses pero la gran demanda hizo que el laboratorio no fuese capaz de fabricar tantos fármacos como se solicitaban y hubo problemas continuos de suministro. Muchos padres gallegos optaron durante meses por ir a Portugal para adquirir la vacuna.