En la universidad, y salvo en grados considerados singulares, también rige la ley de la oferta y la demanda y los grados con menos alumnos deben hacer lo posible por incrementarlos o arriesgarse a desaparecer. En esa tesitura estaban a finales del pasado curso 23 carreras que no alcanzaban el mínimo de 50 alumnos de nuevo ingreso en los campus centrales o de 45 en los periféricos, aunque los datos de matrícula recopilados por el Ministerio de Educación muestran que son muchas más los grados en las que hay algún pupitre vacío. En total serían 65: 32 en Santiago, 19 en A Coruña y 14 en Vigo. En 18 de esos títulos no consiguen llenar ni la mitad de las plazas, mientras que en 26 sucede lo contrario: las vacantes son contadas al superar el 80% de ocupación.

Pero en el sistema universitario gallego también ocurre el fenómeno opuesto: hay títulos con overbooking, en el que la ocupación, según el Gobierno, puede llegar al 170%, como ocurre en el caso más exagerado, el doble grado de Biología y Química en A Coruña. No es inusual que ocurra en la simultaneidad de titulaciones. En ese trance, el de tener que colocar sillas extra, se encuentran 30 grados impartidos en Vigo, 24 de A Coruña y 21 de Santiago. Esta situación se debe a que puede haber varios alumnos que empaten en la nota de selectividad, y eso que se mira hasta el tercer decimal.