La demografía en números rojos de Galicia pasa factura a sus colegios. La comunidad encadena 29 años con más defunciones que nacimientos y la Xunta exige un mínimo de seis alumnos matriculados para mantener las escuelas rurales, un objetivo a veces imposible en algunas áreas. Hasta el punto que desde el año 2005 a la actualidad, la Consellería de Educación ha suprimido un total de 201 escuelas unitarias porque no reunían el mínimo de alumnado para mantenerlas abiertas. Esa cantidad incluye ya los 9 centros que tendrán el mismo destino el próximo curso.

El dato lo facilitó ayer el departamento que dirige Román Rodríguez, y va acompañado de una orden en el Diario Oficial de Galicia que explica el proceso de reordenación de unidades que se llevará a cabo a la vuelta de septiembre, cuando nueve escuelas rurales, donde conviven alumnos de diversas edades pero con atención individualizada, desaparecerán del mapa por el "bajo número" de escolares, aunque Educación garantiza una plaza en centros próximos "para todos los alumnos afectados".

En la provincia de A Coruña dejarán de impartir clase la escuela de educación infantil de Saltiño (Boiro), que no cuenta con ningún alumno; la de Rúa (Padrón), que tiene cinco; la de Seira (Rois), con solo un estudiante, y el CEIP de Revoltiña, en A Laracha, que tiene cuatro. En Lugo no hay centros que cierren sus puertas el próximo curso.

Casi la mitad de los centros que cierran sus puertas se localizan en la provincia de Pontevedra: se trata de las escuelas de educación infantil Monte da Vila (O Grove), con cuatro alumnos; Xil-Meaño (Meaño), con cinco; la de Portosanto (Poio), con cuatro, y la de Tremoedo (Vilanova de Arousa), con cuatro escolares. Mientras, en Ourense, la medida solo afecta al CEIP Víctor M. Vázquez Portomeñe, en Xunqueira de Espadañedo, que no cuenta con ningún alumno.

De forma paralela, y teniendo también en cuenta los datos de matrícula, Educación, igual que cada año, lleva a cabo un proceso de "reorganización de unidades" dentro de los propios centros educativos en función del incremento o supresión del alumnado que implica crear o suprimir aulas, reagruparlas o habilitarlas para desdoblarlas en casos puntuales. El balance que traslada Educación al respecto es que en toda la comunidad se suprimirán un total de 73 unidades, se crearán 26 y se habilitarán 21, por lo que el resultado serán 26 aulas menos. En Pontevedra se eliminarán 36, se crearán 6 y se habilitarán 5, por lo que los números rojos se elevarán a 25, casi el 100% de las 26 unidades perdidas en total en Galicia.

Aunque al menos desde 2005 se ha llevado a cabo este proceso de reordenación -de hecho, al año siguiente, según la Xunta, se suprimieron 28 escuelas unitarias de una tacada, la cifra más alta- y Educación asegura que los criterios son los mismos y que busca "adecuar el número de unidades al de alumnos matriculados en cada centro educativo", ya hubo protestas. El sindicato CIG critica que la Xunta "aprovecha el verano para cerrar centros y recortar aulas y puestos de trabajo en la enseñanza pública". Según la CIG, Educación "suprime cien puestos de trabajo que se añaden a los 31 provocados por los recientes cierres y traslados de enseñanzas".