Aunque según la Consellería de Sanidade la actividad gripal ha entrado en una fase "decreciente" durante la pasada semana, las cifras de fallecidos por complicaciones derivadas de la enfermedad no dejan de aumentar. En concreto, una docena de personas más engrosan una lista que asciende ya a 38 fallecidos desde el inicio de la actual temporada. La cifra, además, supone que entre el día 7 y el 14 de este mes, período analizado en el último boletín del Sergas sobre la enfermedad, se ha registrado la segunda cifra más elevada de muertes y casi una tercera parte del total.

Si los casos con consecuencias fatales se incrementan, lo propio ocurre con las hospitalizaciones en general. En lo que va de temporada, los hospitales del Sergas han tenido que dedicar prácticamente un millar de camas (los ingresos acumulados ascienden a 988) a los pacientes con complicaciones por gripe y a fecha del informe, el 14, permanecían bajo supervisión hospitalaria en planta un total de 261 pacientes. Precisamente la difusión de la gripe y de otras patologías respiratorias complicó los servicios de urgencias hospitalarios y provocó una situación de "saturación" que suscitó las críticas de pacientes y de profesionales sanitarios.

Como es habitual en los informes sobre la vigilancia de la gripe, el Sergas destaca cómo en nueve de cada diez casos los pacientes ingresados durante esta temporada tenían indicada la vacuna antigripal pero prácticamente la mitad de ellos (el 49%) no la había recibido.

Una situación parecida se repite entre los fallecidos Los datos recopilados por la Dirección Xeral de Saúde Pública muestran que todos los pacientes que perdieron la vida tenían recomendada la inyección debido a su edad o por contar con factores de riesgo para tener una gripe complicada. En cambio, 18 de ellos, es decir, casi la mitad, no habían sido inmunizados.

Aunque cada vez se suman más casos a las estadísticas, las cifras quedan lejos de los tristes récords alcanzados durante la temporada pasada, cuando el Sergas llego a contabilizar hasta 136 fallecidos por la enfermedad y casi 2.000 ingresos. Esas cifras llegaron después, porque comparadas con las registradas hace un año, el 15 de enero, el número de ingresados en la temporada actual es un 80 por ciento superior y el de fallecidos, más del doble.

Tendencia "decreciente"

Además de calificar la actividad gripal como en una tendencia "decreciente", dado que los datos disminuyen con respecto a la anterior semana analizada, basándose en el número de llamadas por gripe e infecciones respiratorias agudas atendidas por el 061 y también en los registros informatizados de gripe de atención primaria, el Sergas mantiene la intensidad en "media". Dado que en todas las provincias se mantienen los casos por encima de los umbrales mínimos, la difusión de la enfermedad sigue siendo "general".

Por lo que respecta a la vigilancia microbiológica, los laboratorios de los centros hospitalarios gallegos confirman que las cepas que más circulan son las del tipo B del virus.

Aunque la mitad de los ingresados y fallecidos por la gripe no se habían inmunizado pese a tenerlo recomendado, las cifras -hasta ahora provisionales- alcanzadas este año en la campaña que oficialmente finalizó el pasado 29 de diciembre demuestran que muchos más mayores se animaron a protegerse: en total, el Sergas contabilizaba al cierre de campaña un total de 383.355, casi el 58% del colectivo y a 7 puntos del objetivo.