La de ayer fue una luna especial. De mayor tamaño de lo habitual -ya que el satélite está más cerca de la Tierra en su órbita- en muchos países se tiñó de rojo al coincidir con un eclipse y convertirse en lo que se ha bautizado como superluna azul de sangre (Londres, en la foto), un fenómeno que no se producía desde hacía 150 años. En España se podía disfrutar de una luna más grande y brillante - no del eclipse- aunque en ocasiones, como ocurrió en A Coruña, las nubes impedían ver el espectáculo.