El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, defendió ayer durante la entrega del Premio Cervantes 2017 a Sergio Ramírez que el español "es libertad" y una lengua "que no tiene dueño, y ahí reside su fortaleza". Durante su intervención, el ministro ha glosado la carrera y vida literaria del premiado, haciendo una pausa para hablar de la labor del premiado con la "cultura compartida" de Iberoamérica. "Esa cultura a la que ha dotado de porvenir, al cargarse a la espalda a la generación posterior del boom, para desmentir que la grandeza de las letras latinoamericanas fuera flor de un día", apuntó.

Méndez de Vigo recordó que la cultura en español "no reconoce fronteras ni disciplinas, que es compartida" y a la que se pretende "revestir de futuro" con el proyecto El español, lengua global. "No podemos olvidar la elocuencia del valor cuantitativo de nuestra lengua", añadió.

Asimismo, el ministro de Cultura reconoció que son "muchas las naciones y millones las personas" que contribuyen a una "situación de privilegio" de la lengua española, una situación que se traduce en "un gran potencial de oportunidades económicas y culturales" allende las respectivas fronteras.