Los restos óseos hallados en la finca de Las Quemadillas son humanos, según ratificaron ayer once peritos y forenses ante el juez instructor del caso de los dos niños de 2 y 6 años desaparecidos en octubre de 2011 en Córdoba.

Entre los peritos que declararon ante el juez se encuentra la profesional de la Policía Científica que redactó un primer informe sobre los restos encontrados en una hoguera y que apuntó que eran "de animales", si bien ayer rectificó y reconoció que todos son humanos.

Según informó a los periodistas la abogada de la acusación particular, María del Reposo Carrero, la perito pidió perdón a la familia por su error y por el dolor que haya podido causar.

El forense Francisco Etxeberría, quien fue el primero en determinar que los huesos eran humanos, según el informe solicitado por la familia materna de los niños, manifestó que ha quedado demostrada "la verdad pericial del caso".

El encuentro con el juez sirvió para que cada experto haya expuesto su metodología, su material gráfico y sus conclusiones sobre lo restos óseos.

Estas conclusiones llevan a la certeza, "sin género de duda alguna" -en palabras de Etxeberría- de que los huesos pertenecen a humanos submaduros con edades similares a las que tenían los pequeños Ruth y José.