Ossa de Montiel, la localidad desde la que se accede a las Lagunas de Ruidera, ha sido el epicentro del seísmo de 5,2 en la escala de Richter que se produjo ayer a las 17.19 horas y que se sintió en catorce provincias, aunque no se han registrado daños personales ni materiales. La primera reacción de los vecinos del municipio albaceteño, de 2.500 habitantes, ha sido salir a la calle asustados. "Nos hemos asustado mucho, esto no se espera", ha sido la frase más repetida.

Matilde López estaba dando la merienda a sus dos hijas, unas gemelas de 4 años, cuando ha comenzado a desbordarse el agua de la pecera junto a la que todas las tardes comen las niñas. "Ha empezado a salirse el agua, hemos escuchado un ruido muy grande, nos hemos asustado mucho y hemos salido fuera, donde estaban todos los vecinos", comentó la madre de las pequeñas, quien ha reconocido que al principio pensaba que el ruido y el temblor lo había producido un camión que descargaba leña. Las niñas "se han dado cuenta de todo" e incluso se lo han contado por teléfono a su padre que se encontraba trabajando en ese momento en Villarrobledo, un municipio cercano.

También ha confundido el origen del ruido y del temblor Victorino Charco, de 50 años, que regenta un taller de electrodomésticos en Ossa de Montiel y que ha pensado que se trataba de "un meteorito", conclusión a la que ha llegado tras acordarse de la noticia que escuchó por la mañana. El Complejo Astronómico de La Hita ha desvelado la captación de una bola de fuego "tan brillante como la luna llena" que sobrevoló la provincia de Toledo el pasado viernes. Al producirse el seísmo se han caído algunas herramientas de su taller y un cuadro y ha decidido salir a la calle, donde ha compartido la vivencia con los vecinos: "Algunos han contado cómo les temblaba la taza del café y otros han visto cómo se movían los cuadros y las sillas". "Nos hemos asustado mucho, esto no se espera", ha dicho el dueño de este taller, que ha añadido que durante los seis segundos que ha durado el temblor también ha pensado que podía tratarse de "un avión rompiendo la barrera del sonido".

Isabel Márquez, de 82 años, se encontraba sentada en su sillón cuando éste "ha empezado a moverse para todos los sitios" y ella se ha "asustado mucho", incluso ha querido salir a la calle, pero el temblor no la ha dejado. Sin embargo, no es la primera vez que esta vecina ha vivido un temblor de tierra en el municipio, el último hace fue "cinco o seis años", pero "no fue tan grande", aunque también se movieron las lámparas.

También se ha asustado mucho María Dolores Romero, que regenta un bar en el municipio y que en el momento del temblor estaba reposando en la cama después de comer. "Me he puesto muy nerviosa, se ha notado mucho. Al principio pensaba que era un avión, pero se movía hasta la cama", ha explicado, aún inquieta por el terremoto. Señala, no obstante, que no ha sido la única que se ha puesto nerviosa. En cambio, no se ha enterado de nada Diego Trillo, el propietario de una casa rural en el municipio y que en ese momento estaba trabajando con unas máquinas en un cámping a unos veinte kilómetros del epicentro, en dirección hacia las Lagunas de Ruidera.