Una gamberrada que pudo tener graves consecuencias. Vándalos arrojaron un yogur desde un paso elevado que existe en el acceso a la autopista AP-9 desde el nudo de Isaac Peral de Vigo, impactando contra el parabrisas de un turismo en el que viajaban un matrimonio y su hijo mayor. El yogur cayó justo sobre la zona del piloto, expandiéndose la mancha blanca por esa área y prácticamente cegando el campo de visión. La templanza del conductor, que no perdió la calma y siguió su marcha evitando frenar de golpe o dar un volantazo, resultó clave para que no perdiese el control del turismo.

El hombre, vecino de Pontevedra, pudo seguir conduciendo gracias a que le quedó un pequeño ángulo de visión hacia la zona del copiloto: tras recorrer varios kilómetros, paró en la primera área de servicio que encontró ya pasado el puente de Rande, donde limpió el cristal. Ocurrió en torno a las once de la noche del viernes. "Notamos que algo impactó contra el parabrisas; sonó fuerte", relata el conductor. "El efecto fue terrible, porque todo se esparció y el parabrisas quedó blanco", recuerda.