Marcos Vigo, Antonio Carballa Magdalena y José Luis Viñas Morgade, cabecillas de la organización arousana que debía transportar a tierra los 3.000 kilos de cocaína del barco Riptide se delataron el 22 de mayo de 2013 en un frenética jornada de reuniones y encuentros que les llevaron por A Ramallosa, Baiona, Moaña, Vigo y A Guarda en busca de un barco que sustituyera al Pixapo, el velero que se averió antes de llegar al encuentro del nodriza, según manifestaron en el juicio que se celebra en Vigo los agentes que realizaron aquel seguimiento.

Llamadas, mensajes y encuentros se sucedieron en aquellas horas entre la mayoría de los 18 procesados, ya que apenas tenían tres días para encontrar una embarcación alternativa. Aquel día se colocaron como los mayores objetivos de una operación antidroga iniciada meses antes y en la que hasta entonces no habían sido involucrados. Y es que los agentes del Greco Galicia seguían al vigués Rodríguez Camesella y a su secretario, Jesús Iglesias Cumplido, pues sabían que el Pixapo había salido a recoger un alijo. El 22 de mayo, sin embargo, la presencia de un Golf que iba al encuentro del Nissan de los vigilados destapó la sorpresa. En él viajaban Marcos Vigo, que ha confesado su participación, y los históricos Carballa y Viñas, que aunque han sido involucrados por su socio niegan su participación aunque admiten que estuvieron con él todo el día.

El primer encuentro, según manifestaron los agentes, ocurrió en el aparcamiento del centro comercial de A Ramallosa. Allí se subió también al Golf Camesella y se dirigieron a Baiona. Desde una cabina pública el jefe de la trama realizó una llamada a Venezuela "protegido" por Viñas Morgade que está "vigilante" al entorno. De vuelta a A Ramallosa, el Nissan con Camesella y Cumplido se traslada a Puxeiros y se reúnen con los también procesados Nelson Beltrán y Luis Miguel, acusados de tratar de buscar alternativa al Pixapo.

De allí, Camesella y Cumplido se dirigen a un monte próximo al club de golf de Domaio, donde de nuevo aparecen los tres arousanos en el Golf. Tras este encuentro, los dos vehículos y sus ocupantes se dirigen al puerto de A Guarda. Los policías observan cómo Camesella charla con Marcos Vigo por el paseo marítimo, mientras Viñas les acompaña caminando detrás y Carballa Magdalena permanece en el coche vigilando. Cuando los encargados de buscar la embarcación abandonan la zona, Marcos y Viñas regresan al Golf y sus tres ocupantes se dirigen a una cabina, desde donde Vigo llama a Venezuela acompañado por Carballa. Un policía realizó después una llamada al 112 desde la cabina para dejar constancia de la hora y recuperar el número de Venezuela.

El juicio continuará el miércoles con nuevos testigos y las conclusiones. El fiscal rebajará las penas que solicitaba, entre 17 y 21 años, para los 12 procesados que confesaron haber participado en los hechos.