Los jefes de Seguriber que declararon en el juicio por la tragedia del Madrid Arena acusaron a la empresa pública que gestionaba el pabellón, Madridec, de seguir las órdenes del promotor de la fiesta, incluso en su petición de aliviar los controles y de abrir el portón por el que se colaron más de 3.000 personas que dieron lugar a la avalancha.