El Ministro de Defensa de Ecuador, Ricardo Patiño, dijo que son 443 los muertos y 4.027 los heridos a causa del terremoto ocurrido el sábado noroeste del país, y cifró en 231 el número de desaparecidos tras la catástrofe. Previamente, el viceministro del Interior, Diego Fuentes, había señalado que las víctimas mortales contabilizadas son ya 480. "Estamos seguros (de) que esa cifra seguirá aumentando" porque "vamos a encontrar, con seguridad, mas cadáveres", comentó el titular de Defensa.

Indicó que han establecido un sistema de suministro de agua, alimentos y otros artículos en las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) de las áreas afectadas, a las que deberán acudir quienes necesiten abastecerse. Los responsables policiales, que deberán encargarse de la seguridad de la distribución, contarán con apoyo de diez militares en cada una de las UPC. También se suministrará agua desde tanques que abastecerán las casas de los damnificados, señaló.

Según Patiño, unas 60 horas después del terremoto se ha conseguido la normalización del servicio de electricidad "prácticamente en toda la zona devastada", excepto en Manta, donde parte del tendido eléctrico está en el suelo y el restablecimiento del suministro podría implicar riesgo de descargas eléctricas. En cuanto a la seguridad, indicó que existe un despliegue de 10.000 militares y mas de 6.000 policías en las zonas castigadas .

Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, valoró en unos 3.000 millones de dólares las pérdidas como consecuencia del terremoto, informó la agencia pública Andes.

En las zonas más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter continúa la búsqueda de personas entre los escombros.

El terremoto se produjo a las 18.58 hora local del sábado (23.58 GMT), entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas.

Tras el desastre, el Gobierno ecuatoriano declaró el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el territorio nacional.

Ayer, el presidente de EEUU, Barack Obama, telefoneó a Rafael Correa para expresar sus condolencias por el terremoto que sacudió ese país y prometió que hará "todo lo posible" para ayudar la recuperación de Ecuador tras el desastre.

"Los dos líderes conversaron sobre la asistencia que el Gobierno estadounidense ha proporcionado para apoyar a las víctimas del terremoto, y el presidente (Obama) aseguró al presidente Correa que Estados Unidos hará todo lo posible para apoyar la recuperación de Ecuador", agregó.

Un equipo de la Agencia para el Desarrollo Estadounidense (Usaid) ha llegado a Ecuador para ayudar en la distribución de ayuda de emergencia a la población afectada, según anunció el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en su rueda de prensa diaria.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, telefoneó también a su homólogo ecuatoriano, el canciller Guillaume Long, para comunicarle la llegada de ese equipo, que proviene de la oficina de Asistencia a Desastres en el Extranjero de Usaid.

Ese equipo se ha enviado "a petición del Gobierno ecuatoriano" y "apoyará la distribución de suministros de emergencia a las poblaciones afectadas por el terremoto", explicó Kirby.