Ni resto de ADN de perros en el pienso para animales, ni en albóndigas o elaborados alimenticios destinados al consumo humano. El Juzgado de Instrucción 3 de Ponteareas ha archivado uno de los casos que más alarma social causó en 2013 por el supuesto uso de perros abandonados y enfermos para elaborar piensos para mascotas a raíz de una denuncia presentada por el Seprona de la Guardia Civil de Vigo que alertaba del riesgo que supondría para toda la cadena alimentaria pues alertaban de que podría llegar al consumo humano. Una causa por la que la Unión Europea pidió explicaciones al Gobierno de España. El informe encargado para esclarecer las acusaciones no encontró rastro de ADN de perros en ninguna de las muestras analizadas.