El sexting consiste en intercambiar fotografías de contenido sexual a través de teléfono móvil o las redes sociales. La práctica tiene cierto predicamento entre los adolescentes, lo que les pone en riesgo de ser extorsionados por los depredadores sexuales que pueblan la red. Cinco niñas de entre 11 y 13 años cayeron víctimas de uno de estos depredadores, un vecino de Ciudad Real de 43 años, que lleva en prisión desde febrero del año pasado y acaba de aceptar, en la Audiencia Provincial de Madrid, una condena de 19 años y medio de prisión por delitos de pornografía infantil.

Dos de las víctimas son de Granada y las demás de Castellón, Madrid y Asturias. Para contactar con las menores, el acusado creó varios perfiles en Tuenti con los que interactuó con distintas menores desde 2012. También utilizó WhatsApp una vez establecido el contacto. El hombre consiguió que le enviasen fotografías íntimas en las que exhibían sus órganos genitales y pechos. También les remitía fotos de sus genitales. Para dar con las menores, creó un perfil de Tuenti en el que indicaba que era un valenciano de 20 años, y puso la foto de un menor conocido suyo. Algunas de las niñas llegaron a creer que tenían una relación sentimental virtual. También creó en Tuenti otro perfil de un supuesto primo del anterior. En el registro de su habitación, se hallaron, además de varios cuadernos, libretas y fichas con teléfonos, direcciones y correos electrónicos, un ordenador portátil y un móvil que usaba para recibir las fotografías.