El Tribunal Constitucional ha cerrado la puerta al recurso de la defensa de Rosario Porto contra la condena a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija, Asunta Basterra, cuyo cuerpo sin vida apareció en una pista forestal del Concello de Teo, limítrofe a Santiago, en 2013. Tenía 13 años. Su padre, Alfonso Basterra, fue condenado a la misma pena de cárcel por el juez tras el veredicto de culpabilidad de un jurado popular, que los responsabilizó de asesinato con el agravante de parentesco y alevosía.

El Alto Tribunal "inadmite a trámite" este recurso por "no apreciar la especial trascendencia constitucional que exige la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional" para su aplicación, según informó Europa Press, y deja como última instancia para la defensa de Porto recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, cuya sede se encuentra en Estrasburgo.

El del Constitucional es el último varapalo judicial al intento de Porto de cambiar su condena por asesinato, impuesta también a su exmarido por la Audiencia Provincial de A Coruña. La justicia rechazó en todas las ocasiones sus recursos. La madre de Asunta, que fue adoptada por esta y Basterra, Porto ya no cuenta con más opciones de recurso en el sistema judicial español.

La sala segunda de lo penal del Tribunal Supremo desestimó en octubre los recursos presentados por Porto y Basterra, que acudieron a este órgano después de que en marzo el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ratificase también la condena.

Asunta Basterra Porto, de 13 años, murió asfixiada el 21 de septiembre de 2013, aunque su cuerpo, abandonado en una pista forestal en las proximidades de Santiago de Compostela, no fue localizado hasta la madrugada del día 22. La investigación posterior, que terminó con el encarcelamiento de sus padres adoptivos, determinó que, además, la menor había consumido antes de su muerte y en los meses previos distintas cantidades de lorazepam, una potente benzodiazepina, la última en rango "tóxico".

El caso conmocionó a la opinión pública. Tras las primeras pesquisas, los focos se centraron en los progenitores de la pequeña. Alfonso Basterra y Rosario Porto fueron juzgados cuando se cumplían dos años del asesinato de la menor, en septiembre del año 2015, por un jurado popular y declarados culpables de asesinato por unanimidad.