Sergio Morate decidió huir de España al ver lo mal que realizó el enterramiento de las dos chicas. "Hice un hoyo de mierda y después tuve agujetas durante semanas", comentó a los policías que le acompañaban en el avión de regreso tras ser extraditado de Rumania. También relató que intentó abortar el plan de acabar con la vida de su expareja cuando ésta llegó acompañada para recoger sus cosas. "Cuando Marina me dijo que venía con Laura le dije que no subiera. Le dije que fuéramos a tomar un café, pero ella quería acabar con la historia. Me dijo que abriese la puerta. Cuando pasaron eché la llave..." y ahí acabó el relato de Morate a los agentes.

"Estuvimos una hora en el avión con Morate", recordó uno de los agentes. Confirmando el testimonio del jefe de la Policía Judicial de este martes, hubo una conversación "fluida". "Le preguntábamos si había tenido algún percance. Él nos manifiesta que no, que ha ido bien, pero que está jodido. Que sabe que la ha liado gorda", asevera.

Además de los policías, ayer prestaron declaración en el juicio que se celebra en la Audiencia de Cuenca otros testigos. Es el caso Sofía Valeria H., la mujer del amigo rumano de Sergio Morate, que afirmó por videoconferencia que les confesó que había matado a su expareja, Marina Okarinska. La mujer de Itsvan Horvath, el amigo al que Morate conoció en prisión y en cuya casa de Lugoj (Rumania) fue detenido el 13 de agosto de 2015, manifestó que les confesó el crimen de su expareja un día antes de ser detenido.