Hace tiempo que la Fiscalía Antidroga advierte de que Galicia, y en concreto la provincia de Pontevedra, se está convirtiendo en lugar de paso de la heroína que procede de Holanda y el este de Europa y desde aquí se distribuye no solo a toda la comunidad gallega sino al resto de España y al norte de Portugal.

Del incremento de las operaciones de introducción de esta sustancia dan fe los recientes operativos antidroga desarrollados en Pontevedra. El último de ellos se desplegó en los últimos días en la comarca de O Salnés a raíz de una investigación conjunta de la Udyco Pontevedra de la Policía Nacional, el EDOA de la Guardia Civil, el Servicio de Vigilancia Aduanera y la Policía Judiciária de Portugal y que, por el momento, permitió retirar del mercado negro un alijo de siete kilos de heroína y que deja, por el momento, un balance de seis personas detenidas.

El operativo se puso en marcha a caballo entre las localidades de Cambados y Sanxenxo. Así se pudo interceptar un vehículo en el término municipal de Sanxenxo en el que viajaban dos ciudadanos lusos, un hombre y una mujer. Un vehículo que procedía de Holanda y en cuyo registro los agentes localizaron ocultos estos 7 kilogramos de heroína, así como otros 20 kilos de sustancia de corte. Estos dos primeros detenidos ya pasaron a disposición judicial en la mañana de ayer, decretándose el ingreso en prisión del varón, conductor del vehículo, mientras que la mujer quedó en libertad. Eso sí, se adoptaron medidas cautelares.

Hay al menos otras cuatro personas detenidas más que está previsto que pasen a disposición judicial en Cambados a lo largo de la mañana de hoy. A lo largo de la jornada de ayer también se realizaron varios registros en distintos puntos de Sanxenxo. El más llamativo fue el que se llevó a cabo por los agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y Aduanas (acompañados de una comisión judicial) en la vivienda de un vecino de O Grove de unos 35 años de edad afincado desde hace tiempo en Vilalonga.

Se trata de un chalé en Gondariño, al que los agentes llegaron en torno a las once de la mañana y que no abandonaron hasta las tres de la tarde. Se pudo observar como los investigadores revisaron arquetas o desmontaron las cajas de las persianas en busca de evidencias. Este vecino de O Grove supuestamente trabaja de taxista (tiene la licencia en O Grove) aunque últimamente no se dejó ver por las paradas.