Mucha flor, mucho color, mucho estampado. Es la moda de la campaña de primavera y verano del próximo año. Dicen que la ropa sigue los designios no escritos de la economía: tiempo de crisis, colores apagados; tiempo de bonanza, colores variados.

Si se cumple esa premisa, los diseñadores de Dolce &Gabbana dan por finiquitadas las dificultades. La firma presentó ayer su propuesta para el próximo año en la Fashion Week de Milán, una de esas pasarelas que juegan en la primera división de la moda europea.

La Semana de la Moda de Milán finaliza hoy y ha supuesto, dicen los entendidos, todo un triunfo de colores como el azul o el gris, pero nada de tendencia triste. Se vio mucha blusa, mucha falda mini de volantes con cola trasera y, en general, tejidos vaporosos y amplios. Dolce & Gabbana reivindicaron ayer el espíritu latino y mediterráneo, mucho más allá del detalle que portaron algunas de sus modelos, ataviadas con un clavel rojo, muy español, en el pelo.

La jornada de ayer sirvió también para poner en la pasarela las siempre interesantes propuestas del británico de Manchester John Richmond (1960) y Roberto Cavalli, entre otros diseñadores.