"Pensamos que somos muy modernos y en realidad no es así", manifestó el cineasta e intérprete Paco León, quien libera las fantasías sexuales reprimidas en su tercer filme, Kiki, el amor se hace, que cuenta con rostros como Belén Cuesta, Candela Peña, Natalia de Molina y Álex García, y llega a los cines este viernes 1 de abril.

Después de dirigir a su madre en Carmina y amén, secuela de Carmina o revienta, el director ha dejado a un lado el tema de la muerte para enfrentarse a una historia coral que aborda "el sexo ligado al amor", un "gran tema" que, según explicó ayer durante una entrevista concedida a Europa Press, supone una "oportunidad" para hablar de temas en los que cree y que incluso práctica: "La diversidad, la libertad y el sexo como algo muy positivo y natural".

Preguntado por la reacción que puede provocar una película que habla abiertamente de sexo, Paco León, que protagoniza una de las historias de este filme, ha señalado que esta cinta no pretende escandalizar y afirma que hay quien podrá ruborizarse, pero también quien pensará en Disney porque "hay gente para todo".

"Todo el mundo viene de un quiqui, otra cosa es que se hable más o menos", justificó.