El cantante Ricky Martin, embajador de buena voluntad de Unicef desde 2003, visitó los pasados dos días a niños y adolescentes refugiados en el Líbano y pidió que se proteja el futuro de millones de menores afectados por la guerra en Siria.

"He encontrado a niños que se han visto forzados a convertirse en los que ganan el pan para sus familias, trabajando hasta 12 horas al día", dijo ayer la estrella al concluir su visita, según un comunicado del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Martin recordó que cerca de 2,8 millones de niños no están escolarizados en la región y pidió al mundo que haga más para "proteger a los menores de la explotación y para facilitarles el acceso a entornos seguros en los que puedan ser educados y empoderados".

El cantante de Puerto Rico dijo estar impactado por la historia de Batoul, una chica de 11 años de la ciudad siria de Homs (centro), la cual tiene que trabajar a cambio de agua y un techo, y junto a su madre y sus dos hermanas son las que mantienen a la familia de 13 miembros.

"Estoy inspirado por el coraje de estos niños (...). Invertir en su presente es invertir en el futuro de la región", aseguró en sus declaraciones Martin.