Pamplona encara la recta final de los Sanfermines 2016 en una jornada, la penúltima de las fiestas, que comenzó con un encierro de la ganadería gaditana de Núñez del Cuvillo, que fue rápido y emocionante y que se saldó con un solo herido por asta de toro. Tras días de máximas superiores a 35 grados, los termómetros se quedaron ayer en Pamplona en 21 grados, en un miércoles que amaneció con una lluvia fina que deslució el encierro. Los toros de Núñez del Cuvillo, ausentes en Pamplona desde 2011, cubrieron los 850 metros de la carrera entre los Corrales de Santo Domingo y la Plaza de Toros en dos minutos y medio.