El periodismo español está de luto. Paloma Gómez Borrero, la primera mujer que ejerció como corresponsal de TVE en el extranjero y decana de la prensa acreditada en el Vaticano, falleció ayer en Madrid a los 82 años, después de una breve enfermedad. Su pérdida ha causado una auténtica conmoción para toda la profesión periodística, en la que Gómez Borrero era un auténtico referente, así como entre muchos de sus allegados, que desconocían la gravedad de su estado.

Una de sus grandes amigas María Teresa Álvarez se reconocía ayer "destrozada" tras conocer la noticia. "Era una gran amiga, a la que conocía ya desde hace muchísimos años. Siempre fue muy positiva, y una verdadera profesional. Una periodista de fondo que trabajó hasta el último día. La profesión debe de sentirse muy dolida", relataba anoche Álvarez.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se unió a las muestras de duelo a través de su cuenta oficial de Twitter, desde la que transmitió su pésame a la familia de la que define como "gran periodista y referente de lo que Roma y el Vaticano significa para nosotros". Rajoy está precisamente en el Vaticano, donde ayer asistió a una audiencia del Papa a los líderes de la Unión Europea.

Nacida en Madrid en 1934, Paloma Gómez Borrero colaboró en varios medios escritos antes de ser nombrada, en 1976, corresponsal de TVE en Roma, lo que incluía cubrir la información del Vaticano. Tras su salida del ente público en diciembre de 1983, siendo director general José María Calviño, Gómez Borrero se incorporó a la cadena COPE, para la que siguió informando desde la Santa Sede. Una dilatada trayectoria profesional en la que trabajó hasta con cinco papas: Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual, Francisco. El legado de la periodista incluye además varios libros sobre el papado.

La veterana periodista fue distinguida con diferentes condecoraciones como ser nombrada Dama de la Orden de San Gregorio Magno por Juan Pablo II o ser poseedora de la Cruz de la Orden de Isabel la Católica.