A 25 años de los disturbios de Los Ángeles de 1992, diferentes películas recuerdan este episodio de protesta racial, rabia y desesperación que colocó a la ciudad californiana al borde del caos durante varios días. Spike Lee, con Rodney King; John Singleton, con LA Burning: The Riots 25 Years Later y John Ridley, con Let It Fall: Los Angeles 1982-92 son algunos de los cineastas que han aprovechado el cuarto de siglo de esos disturbios para reflexionar sobre unos hechos que conmocionaron al país y que revelaron la cara oculta del sueño estadounidense: racismo, injusticia, miseria y brutalidad policial.

Sea desde el estudio exhaustivo de los antecedentes que efectúa Ridley, adoptando una estética de documental al uso, como Singleton, o usando como Lee la performance artística como vehículo de expresión, los tres centran su mirada en cómo la sentencia exculpatoria del caso de Rodney King desató la ira de la comunidad negra de Los Ángeles ante el racismo de la sociedad y las autoridades.

En marzo de 1991, el afroamericano Rodney King recibió una terrible paliza a manos de varios policías de Los Ángeles que le detuvieron cuando conducía. A pesar de que esa paliza fue grabada en vídeo y de que causó un gran revuelo mediático, el 29 de abril de 1992 un juzgado mayoritariamente formado por personas blancas exculpó a los oficiales. Inmediatamente, las protestas de la comunidad negra brotaron en barrios angelinos y comenzaron los saqueos de negocios y la quema de edificios.