La comedia The Square, dirigido por el sueco Ruben Östlund, se llevó ayer por sorpresa la Palma de Oro del 70º Festival de Cannes. En el certamen, los premios a mejores interpretaciones fueron para la alemana Diane Kruger y el estadounidense Joaquin Phoenix, y brilló Nicole Kidman, protagonista en la alfombra roja y sobre el escenario, donde recibió un premio especial. En ausencia de un favorito claro, el jurado presidido por el cineasta español Pedro Almodóvar diseñó un palmarés muy repartido, que salvo el premio gordo que se llevó el filme sueco, cumplió las quinielas.

The Square se centra en un conservador de un museo de arte contemporáneo, solidario y padre de dos hijos, que se sumerge en una crisis existencial. Narrada con humor e ironía, la película encierra una crítica a la sociedad occidental que ha convencido al jurado presidido por un Almodóvar que remarcó cómo el filme de Östlund se rebela contra "la dictadura de lo políticamente correcto". El filme sueco se impuso, entre otros, al francés 120 battements par minute, de Robin Campillo, una película sobre el activismo de los enfermos de sida en los ochenta. Pero tampoco se fue de vacío de Cannes al llevarse el Gran Premio del Jurado, segundo galardón en importancia.

La auténtica reina del certamen no fue una película, sino la actriz Nicole Kidman. La australiana enamoró a los franceses con sus lágrimas sobre la alfombra roja cuando desembarcó en la Costa Azul días atrás. Después, en las salas, su desempeño en las películas The Killing of a Sacred Deer, de Yorgos Lanthimos, y La seducción, de Sofía Coppola, convencieron a la crítica y al público. Y el jurado reconoció su figura con un Premio Especial por el 70º. Aniversario del festival. Durante su paso por Cannes, Kidman reivindicó la necesidad de dar más oportunidades a las mujeres en la industria del cine, y se comprometió a trabajar en una película dirigida por una mujer, al menos, cada 18 meses. Esta decisión viene respaldada por la buena acogida de La seducción, un remake de El seductor de Don Siegel, en la que un soldado yankee (encarnado por Clint Eastwood en el filme original y por Colin Farrell en esta nueva versión), se refugiaba en una escuela para señoritas durante la Guerra de Secesión. La película permitió a Sofía Coppola alzarse con el premio a la Mejor Dirección. La otra película en la que participaba Kidman, The Killing of a Sacred Deer, obtuvo el premio al Mejor Guión, compartido con la británica You Were Never Really Here. Este segundo filme, dirigido por Lynne Ramsay, se alzó además con el galardón a la mejor interpretación masculina, que fue a parar a un Joaquin Phoenix. En las interpretaciones se cumplieron los pronósticos, y el premio a la Mejor Actriz lo recibió la alemana Diane Kruger por su papel de una mujer que busca venganza tras la muerte de su marido e hijo en un atentado terrorista en In the Fade, de Fatih Akin.