La panadería Agustín Fernández cierra a final de mes por jubilación: “La gente está que trina” comenta la gerente, Otilia Pérez, y explica: “Me jubilo y no se queda nadie”. El negocio cerrará al final de este mes de abril y este fin de semana participará en su última fiesta del roscón de Lañas. Lo hará como la última representante afincada en la parroquia en una cita gastronómica que se aproxima a las dos décadas de vida. La asociación vecinal Fontesvellas, organizadora del evento, se muestra triste por el cierre de este obrador famoso en la comarca, pero confía en mantener el evento en futuras ediciones.

“Es un trabajo muy esclavo”, afirma Otilia Pérez, que apagará su horno de piedra para siempre el próximo 30 de abril después de 60 años en los que han pasado por su interior miles de panes, roscones y empanadas. Ella es la segunda generación, tras su suegro, pero no continuará la tercera. “Una de mis hijas quiere seguir, pero la otra no, y sola no se atreve”, explica Pérez, que siente nostalgia, pero comprende la decisión. Tras tanto tiempo, dice que la clientela “está que trina” con el cierre. “Algunos me dicen que van a encargarme cuatro o cinco roscones para congelar”, indica la panadera, sorprendida por el cariño recibido. Más información.