[endif]No hay coruñés que no haya escuchado alguna vez en su vida referencias a las bravas aguas que rodean al islote de A Marola, situado frente a las costas de Dexo, en el municipio de Oleiros. Para quienes desean dirigirse por mar hacia el norte bordeando la costa este punto era temible debido a las casi siempre adversas condiciones de de viento y oleaje. Así nació el dicho de quen pasou A Marola pasou a mare toda, que pone de relieve la dificultad que debía suponer el paso junto a los acantilados de la isla. Hoy en día quienes son expertos en las artes marineras dicen que la navegación por la zona no es para tanto, pero con las frágiles embarcaciones de otros tiempos la cuestión debía ser bastante diferente. Lo cierto es que A Coruña le dedicó una calle a la famosa isla en el barrio de Monte Alto. Quizás fue por la fuerte relación que mantienen con el mar los habitantes de esta parte de la ciudad. Pero también puede ser porque sólo con desplazarse unos pocos metros desde esta calle puede divisarse la enhiesta silueta del islote. La orientación de esta vía urbana hacia la Torre de Hércules impide contemplar A Marola desde la calle que lleva su nombre. Quizás los responsables municipales debían haber sido más respetuosos con la isla y dedicarle la que se denomina ronda de Monte Alto, desde la que sí es posible observar la costa de Oleiros. La proximidad del Paseo Marítimo en la zona de la Torre podría ser un lugar adecuado para advertir a los caminantes la dirección en que deben mirar para contemplar la isla. Seguro que más de un artista se mostraría dispuesto a diseñar un indicador de este tipo. Ahora que parece que algunos jóvenes de Monte Alto quieren reivindicar el orgullo de las gentes marineras de A Coruña, bueno sería recordar también a A Marola. Una ciudad con tantos nombres de marinos en su callejero y con tantas referencias náuticas en su toponimia no debe olvidar a tan significada isla. / J. M. G.