[endif]En sólo dos años de mandato municipal, Jaime Hervada y Fernández- España desarrolló una intensa actividad al frente del Ayuntamiento coruñés, pero nadie duda de que su principal logro fue la solución al problema del abastecimiento de agua a la ciudad mediante la construcción del embalse de Cecebre. Hervada nació en 1926 y estudió Derecho en Santiago, tras lo que ingresó en el Cuerpo Jurídico Militar y llegó al cargo de general auditor. Su actividad empresarial le llevó a ocupar puestos de responsabilidad en diferentes compañías y no fue hasta 1974 que accedió a la alcaldía de A Coruña en sustitución de José Pérez-Ardá. La ciudad había padecido una extraordinaria sequía los dos veranos anteriores que se tradujo en serios problemas de suministro de agua, en especial en los barrios más elevados del casco urbano. Las autoridades habían decidido construir una presa en Cecebre para recoger las aguas de los ríos Mero y Barcés. Hervada fue el encargado de afrontar el proceso de las expropiaciones y de la falta de recursos del Ayuntamiento para costear las obras. Gracias a su habilidad, en abril de 1976 Cecebre empezó a recibir el agua que desde entonces abastece a la ciudad y a varios de los municipios que la rodean. Hervada tuvo también un papel destacado en el urbanismo coruñés, ya que limitó las alturas máximas de los edificios, precisamente en un momento en que en la ciudad se aplicaba una política de construcción desaforada. Otros éxitos de este alcalde fueron el inicio del cementerio de Feáns, la puesta en marcha del primer Plan General de Ordenación Urbana de A Coruña, la conclusión de la estación de autobuses, la construcción de la avenida del Ejército y el cierre del parque de Santa Margarita. En enero de 1976 Jaime Hervada dejó el cargo y la ciudad le dedicó una calle en el barrio del Ventorrillo en agradecimiento a sus servicios. / J. M. Gutiérrez