La proximidad de sus padres al ambiente vaticano, donde trabajaban como empleados, debió influir de manera notable en la vocación de Eugenio María Giovanni Pacelli, nacido en Roma en 1876 y que habría de llegar a ser elegido papa a sus 63 años. Tras completar sus estudios, en los que destacó por su brillantez, el joven Pacelli ingresó en el sacerdocio y al poco tiempo ya se encontraba al servicio de la administración del papado, donde aprendió las artes de la prestigiosa diplomacia vaticana. En 1917 fue designado nuncio papal en la región de Baviera, la zona más católica de Alemania. Su labor se desarrolló en un momento en que la nación germana debía soportar las consecuencias de la pérdida de la Primera Guerra Mundial, por lo que Pacelli hubo de ganarse el aprecio de un pueblo herido en su orgullo. Años más tarde se le encargó la representación del Vaticano ante la nueva República Alemana, lo que le obligó a trasladarse a Berlín, la capital del protestantismo europeo. La habilidad de Pacelli consiguió que el Gobierno alemán firmase un concordato con la Santa Sede en 1929, año en el que fue nombrado cardenal y llamado de nuevo a Roma. La muerte de Pío XI en 1939 provocó la reunión del cónclave, que en menos de 24 horas le eligió como nuevo papa, mandato para el que tomó el nombre de Pío XII como reconocimiento a la labor de su antecesor. Poco después de su llegada al cargo, estalló la Segunda Guerra Mundial, que marcó su pontificado. Intentó sin éxito detener las hostilidades y durante la persecución a los judíos consiguió refugiar a muchos de ellos en los conventos de clausura de Roma. Pío XII logró también que los alemanes no destruyesen la capital italiana y desarrolló una intensa actividad en favor de los prisioneros de guerra. Su prestigio movió a la conversión al catolicismo del gran rabino de Roma. La coincidencia de su mandato con la aparición en el mundo de los medios de comunicación de masas hizo que Pío XII fuese el primer papa que se sirvió de la radio y la televisión para transmitir sus mensajes a la población. El papa Pacelli murió en 1958 tras haber dejado un vasto legado doctrinal en forma de encíclicas y textos doctrinales. (Por error, se publicó la placa de la calle Madame Curie, cuando debía figurar la de Pío XII.) J. M. Gutiérrez