Vivimos unos momentos de mucho ruido mediático con grandes repercusiones políticas originadas por las dudas sobre méritos académicos que solo los otorga la Universidad, repercusión no solo en el ámbito político sino también en la ciudadanía en general. Y el tema no es banal ya que estamos hablando de la Universidad y de uno de los títulos académicos más importantes que es el de doctorado y en un nivel inferior el de tesinas y/o máster. Si se trata de vender "papel a peso" como muchos CV, hasta frívolamente se podría mirar por la ventana y que las aguas remansen, pero no, el tema creo que es muy importante y promueve una reflexión. Y la primera pregunta sería, ¿para qué se hace uno doctor? Está claro, para conseguir un grado, el máximo académico, que le permite optar a cargos docentes universitarios o en el mercado del trabajo, se exige esfuerzo , capacidad intelectual y "buena letra", y todo bajo una dirección de la tesis, tesina o incluso máster que deberá supervisar si la metodología es la adecuada, los objetivos, no muchos, son los pertinentes, aportan algo novedoso y no son una mera copia de algo ya descrito. Pero lo más importante es que una vez cumplidos los requisitos será un tribunal, que debería ser imparcial, el que califica y evalúa si es apta o merece un cum laude por su grado de excelencia y originalidad. Por lo tanto no solo el doctorando es responsable sino también el director y el tribunal que califica y expende el título. Cada uno en su sitio, pero no revueltos o "amigos", típico de una universidad endogámica. Pero aquí no termina el proceso. ¿Dónde entonces? Uno se esfuerza, estudia una carrera, hace una tesina, un máster o un doctorado para alcanzar unas metas y ser útil a la sociedad, su sociedad, en la que por derecho quiere vivir y revertir su conocimiento. Pero ¿qué ocurre cuando ese esfuerzo está devaluado por la falta de control, la no independencia de los "poderes", el "amiguismo" muy frecuente en universidades endogámicas? ¿O cuando una tesis doctoral puntúa igual que saber catalán, o gallego que son lenguas muy respetadas pero que no tienen nada que ver con ser excelente en tu profesión? ¿O cuando un gobierno extranjero al que tienes que emigrar para buscar trabajo te valora más que el país que gastó en prepararte, o te echa con un ERE encubierto, porque ya has cumplido los 65 tirando por la borda toda tu experiencia tan útil para los que vienen? Está claro, hacerte político, y así te convalidan todo para hacer política mediocre como la que estamos sufriendo y a seguir echando a los que valen.

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