La clave de su actuación en la educación de los hijos se manifiesta nítida en el mismo título del libro que se ha escrito sobre el tema: Yo mando. iRules.

Esas limitaciones en el uso del móvil son, sin duda, un incordio para los padres, que tienen que preocuparse constantemente, pero es la única forma de tener paz en la familia. El adolescente puede no entenderlo, pero es parte del contrato. Por lo tanto, cuidado con tener el despertador en el móvil, supondría estar atado a ese medio y sufrir las posibles interrupciones nocturnas. A pesar de todo, para muchas personas es una obsesión tener siempre el móvil encendido y cerca, "no sea que me pierda algo".

Merece la pena leer las observaciones, fruto de su experiencia como madre y profesora de la autora, que va desarrollando en torno a los 18 puntos del contrato. Viene bien reflexionar sobre un aspecto tan crucial hoy en día en la educación de los hijos.