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La CIG exige responsabilidades por la muerte del trabajador de TMGA en el puerto

El sindicato se persona como acusación particular contra la empresa del fallecido y reclama mayores garantías de seguridad laboral

El sindicato CIG anunció ayer que se personará como acusación particular en el juzgado contra la empresa en la que trabajaba el operario fallecido este lunes en un accidente laboral en una nave del puerto ubicada en el muelle de Calvo Sotelo. La central sindical presentará una denuncia ante Inspección de Trabajo para exigir que se depuren responsabilidades y se tomen medidas oportunas. El trabajador, que acumulaba una experiencia de más de una década, manipulaba mercancías pesadas en el almacén de la empresa Laxe Marítima y Terminales Marítimas de Galicia y falleció aplastado por la caída de una estructura de cristal.

La CIG denuncia además la falta de seguridad en el trabajo "como consecuencia de la precarización laboral" en las empresas que operan en el puerto de A Coruña, "con más trabajadores de empresas de trabajo temporal que del propio cuadro de personal". El fallecido, de 44 años, pertenecía a la plantilla de TMGA y era delegado sindical de la FGAMT-CIG relacionado con temas de seguridad y salud laboral, informa la central, que añade ofrecerá asesoramiento a la familia de la víctima.

La CIG reclama al Puerto y a las empresas instaladas que adopten "decisiones urgentes para garantizar la seguridad" de sus trabajadores. También exige un mayor número de inspecciones de trabajo en las operadoras que manejan gran volumen de mercancías o trabajan con maquinaria pesada.

Terminales Marítimos de Galicia asegura por su parte que cumple con las medidas establecidas en prevención de riesgos laborales y descarta la puesta en marcha de mayores controles. La Guardia Civil ha abierto una investigación de oficio sobre las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento del trabajador del puerto.

Hace casi dos años, el 15 de agosto de 2016, se produjo otro accidente mortal en el puerto coruñés, cuando un hombre de 64 años fue aplastado por un portalón de acero de unos 500 kilos que estaba en situación inestable en una de las naves de la flota de bajura situadas en la dársena de Oza.

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