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Contratar a una empresa para echar a los ocupas

Firmas nacen para dedicarse a estos casos y se ofrecen a negociar y ayudar a liberar las casas

Mi casa no es la tuya es una empresa de Lugo que se encarga de vaciar una vivienda ocupada. Nació hace tres meses, después de una pandemia que ha puesto todo patas arriba, para buscar soluciones a aquellos propietarios que no pueden acceder a sus locales, pisos o casas. "Nosotros nos encargamos de negociar con los ocupas, pero si esa negociación no llega a buen puerto llevamos el caso hasta el final por la vía civil", cuenta uno de los fundadores de la empresa, Rubén López.

Hace unos días, la empresa hizo su primer trabajo en A Coruña. "Era por una inquilina precaria, no ocupa, es decir, que ha incumplido las cláusulas del contrato o la Ley de Arrendamientos Urbanos", explica. Mi casa no es la tuya se trasladó a una vivienda de Os Mallos y actuó "muy rápido" para dejar vacío el piso. "El alquiler es de 800 euros y la persona no pagaba desde febrero. Eso es mucho dinero", indica López, que añade que la empresa cuenta con "servicio judicial y abogados" para solucionar los casos que se le presentan. A Coruña continuará bajo su lupa. "Estamos en contacto con entidades de vecinos de A Zapateira, donde se producen ocupaciones. Nos dicen que están muy preocupados", revela.

Rubén López indica que en "Galicia se está produciendo un efecto llamada", con lo que aumentan las ocupaciones, a lo que se une también la situación de pandemia. "Parecía que el Gobierno iba a empezar a tomar medidas, pero se echó atrás. Eso hace que la gente piense que la ocupación aquí no tiene consecuencias", analiza.

Mi casa no es la tuya alerta de que se trata de "un problema para la economía en general", pues el "miedo" ataca a aquellos que tienen segundas residencias aquí. "Los alemanes, por ejemplo, suelen comprar vivienda en el Mediterráneo. Pero ahora no quieren porque no saben seguro si no va a estar ocupada cuando vuelvan", opina López.

En sus tres meses de vida, la empresa lucense asegura haber resuelto cinco casos. Uno de ellos, el de Os Mallos. Rubén López expone que, en ocasiones, el problema está en que "los vecinos no se atreven a hablar", por lo que es complicado actuar y echar a los ocupas. "Los vecinos están atemorizados y a veces los propietarios no quieren denunciar. Las estadísticas están muy lejos de la realidad, pues hay más ocupaciones", sentencia.

Además de negociar con los ocupas o iniciar un procedimiento judicial para resolver el caso por la vía civil, Mi casa no es la tuya instala alarmas en las viviendas y realiza controles de acceso para evitar el paso de ocupas cuando ya se ha detectado un caso de ocupación.

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