Las matemáticas que precisan las empresas y la ciudadanía

Decía Galilei que las matemáticas son el lenguaje con el que Dios escribió el Universo, pero para muchas personas, una derivada o una mediana son conceptos a olvidar pasados los exámenes del Bachillerato, o el dominio de especialistas. Pero Silvia Lorenzo, doctora en esta disciplina y profesora de la Universidade da Coruña, replica que son una disciplina “necesaria” para que cualquier ciudadano comprenda las estadísticas que aparecen en los medios y el lenguaje político o para que las pequeñas y medianas empresas sean competitivas en el mundo de hoy. Su rango de aplicaciones, señala Lorenzo, alcanza “todos los sectores”, desde la banca a múltiples ramas de la industria, y tiene aplicaciones “en todos los ámbitos de la cadena de producción de una empresa”.

Lorenzo es una de las organizadoras del XIV Foro de Interacción Matemática Industria, que se celebrará mañana en el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CITIC) del campus de Elviña, y este encuentro es un ejemplo de la ubicuidad de su disciplina. Diversos ponentes hablarán de la interacción de las matemáticas para fabricar sensores o inteligencia artificial, a la hora de aplicar algoritmos a la Sanidad para luchar contra el COVID o como herramienta para manejar los datos del sistema financiero español.

Un ejemplo es el big data, el manejo y la interpretación de grandes conjuntos de datos. “Cada día se maneja más información” explica Lorenzo, y es necesario tratarla correctamente para resumirla, sacar conclusiones y, la posibilidad más interesante, “establecer predicciones y saber lo que podría pasar en el futuro” en función a los datos de los que ya disponemos. Otra opción, cada vez más frecuente por la mejora de las herramientas informáticas, es diseñar simulaciones estadísticas para realizar experimentos sin tener que llevarlos a cabo en la realidad, cuando esto resulta poco práctico o muy costoso.

Otra de las grandes aplicaciones de la matemática es la logística. En un mundo en el que se transportan enormes cantidades de bienes, y, muy a menudo, se llevan hasta los domicilios de los clientes, el trabajo de los matemáticos resulta esencial para diseñar las rutas con menores costes y mejores tiempos. El grupo de investigación de Lorenzo estudia técnicas estadísticas y en investigación operativa, que permite “optimizar los recursos para obtener el mayor beneficio”, tanto en la logística de las empresas como en la gestión del inventario o la propia cadena de producción.

En cuanto a la informática, la aparición de los sistemas de inteligencia artificial pone a los especialistas ante el reto de diseñar algoritmos que sepan responder a situaciones complejas. Los matemáticos pueden elegir la fórmula óptima “dependiendo del problema con el que estemos trabajando”. Pueden proponer soluciones basadas en las redes neuronales, esto es, programas adiestrados para identificar ciertos patrones entre la información que les llega y reconocerlos en multitud de situaciones diferentes, u otro tipo de técnicas.

Las grandes empresas como Amazon o Inditex emplean matemáticos, pero Lorenzo aclara que la disciplina también puede ayudar a las pymes. “El control del inventario le puede ser útil a todas las empresas” aclara, pues “el control de calidad siempre es necesario, y las empresas cada vez necesitan más apoyo en logística, aunque sean medianas”.

Entender las noticias

Y las matemáticas son también útiles para los ciudadanos que quieren estar informados, puesto que aparecen constantemente en el discurso de los políticos y los medios y es preciso comprender la estadística para saber interpretarla. “A veces creemos que las estadísticas están para engañarnos, pero el problema está en cómo se utilizan estas herramientas” señala Lorenzo. Según repite a sus alumnos, es “necesario” conocerlas para tener “capacidad crítica” ante el discurso público.

Y, finalmente, las matemáticas también sirven para investigar en muchos ámbitos. Lorenzo da clase en el Máster Universitario en Técnicas Estadísticas, donde los estudiantes no provienen solo del grado de su disciplina, sino que “cada vez veo más alumnos interesados de todos los ámbitos, desde Ciencias del Deporte a Sociología.