La Opinión de A Coruña

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Daniel Bautís Monitor de DJ Inclusivo

“Un chico con Down retomó los estudios para ser DJ tras un taller con nosotros”

“Hemos hecho desde radio a podcast, y música urbana en el centro de menores”

El monitor de DJ Inclusivo, músico y DJ Daniel Bantís. | // LA OPINIÓN

Daniel Bautís lleva un lustro como monitor del DJ Inclusivo, un proyecto de la asociación Negus que forma a grupos de personas con discapacidad o algún tipo de exclusión como disc-jockeys y, en general, en música. En la edición de este año, subvencionada por Emalcsa, el Concello, Vegalsa y la Fundación María José Jove, darán varios cursos a unos 60 usuarios de Down Coruña, Casco, Sor Eusebia, el centro de menores Concepción Arenal, Aspronaga, Apem y Artefíos.

Es uno de los promotores de este proyecto. ¿Cómo nace?

Yo soy músico y DJ, y teníamos otro compañero en el proyecto que también lo era. Ya había trabajado unas jornadas con chavales con síndrome de Down y se nos ocurrió darles algo con más continuidad. Les gustó tanto que dijimos: hay que hacer algo con ellos. Me enteré de que había una subvención de Emalcsa para proyectos culturales y nos presentamos. La idea era darles a estas personas la oportunidad de trabajar con aparatos y poner música.

¿Cuál es la filosofía del proyecto?

Hablamos de música y ponemos música. Una controladora de DJ o un plato de vinilo son herramientas, pero el trasfondo es disfrutar de la música y que ellos sean protagonistas. Hay otras iniciativas de ponerles música, pero no que la seleccionen.

¿Cómo forman a los usuarios?

En cinco años hemos visto la figura del DJ desde todas las perspectivas. Hemos hecho radio, porque el DJ empezó como locutor de radio. También manejar una controladora, poner canciones, hacer sesiones; a nivel más teórico, hablar de música, de la estructura de las canciones... Esto se ha ampliado a más colectivos, y a algunos les grabamos, porque hacen temas.

Los alumnos tienen perfiles muy diferentes. ¿Cómo es la adaptación a diferentes cursos?

Pues con cosas muy distintas. El primer taller que hemos empezado este año es online, con Casco y el hogar de Sor Eusebia. Y allí no es tanto la figura del DJ como hablar de música, y alucinas con el conocimiento de música que posee mucha gente, y la pasión que tienen. Con estos, a lo mejor, grabamos un podcast. Pero con los chavales del centro de menores tienes que ir a música urbana, ellos rapean y seleccionan bases... Hay que encontrar, en cada entidad, cuál es su interés y qué rama del DJ se adapta a ellos.

En abril empiezan con usuarios de la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia (Aspronaga), una nueva incorporación a esta edición.

La idea es que en Aspronaga se junten personas de distintas entidades. Hasta ahora trabajábamos con los usuarios de cada una, que se juntaban en una fiesta final. Pero haremos un taller con Aspronaga, Apem, Artefíos, Down... Enseñaremos a manejar la controladora, poner música, seleccionar temas, mezclar, hacer efectos...

¿Ser DJ es accesible a cualquiera?

Lo único que tienes que tener es gusto e interés por la música. Todos los años hacemos una fiesta final en la que pinchan los usuarios, pero hubo años en los que varios también lo hicieron en el festival Noroeste. Hay algunos que ya pinchan por su cuenta, tras acabar el taller.

¿Ah, sí?

Teníamos a un chico de Down que había dejado los estudios, y tras un taller con nosotros los retomó para poder entrar en una FP y hacer algo profesional como DJ. Hay algún otro que llegó a pinchar en eventos. Para mí es un éxito que varios de los usuarios hayan comprado controladoras, manejen programas... Y a lo mejor no trabajan a nivel profesional, pero cuando tienen una fiesta con sus amigos llevan una máquina y ponen ellos la música.

¿Este año harán actividades además de los propios talleres?

Dependerá de cómo avance el coronavirus. Hay una actividad final en junio, una fiesta bastante grande de música jamaicana en la cual los participantes pincharán, y luego está el Festival de Artes por la Inclusión Cultural (Festigual), que se suele hacer en septiembre u octubre. Y siempre sale alguna cosita más. Otros años fueron el Noroeste, o fiestas de jóvenes.

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