El Juzgado de Primera Instancia número 4 de A Coruña adjudicó mediante una subasta nueve viviendas del edificio 40-D de la calle del Orzán, situado en un patio interior de manzana, a varios particulares y a la Sareb, que figuraba como propietaria del préstamo mediante el que el promotor construyó el edificio. El objetivo de esta iniciativa es que los acreedores puedan recuperar la deuda, cifrada en 1,1 millones de euros, ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con el empresario, para lo que se puso en marcha un procedimiento de ejecución hipotecaria tutelado por un juez a instancia de la Sareb.
Esta sociedad, conocida como el banco malo, informó a este periódico que cuando disponga finalmente de las viviendas adjudicadas, las pondrá a la venta en el mercado de particulares con el fin de continuar reduciendo la deuda que mantiene el promotor.
Las viviendas contaban con valoraciones entre los 135.000 y los 150.800 euros y las ofertas presentadas oscilaron entre los 51.000 y los 69.000 euros, menos de la mitad de la tasación. Estas cantidades llevaron al grupo municipal de Marea Atlántica a denunciar la actuación de la Sareb, que calificó de “uso de los recursos públicos para beneficio privado”. Para la portavoz de la formación, María García, “las administraciones no deberían tolerar” esta política, “y menos con un bien tan sensible como es la vivienda”.
Marea preguntará en el próximo pleno por las gestiones del Concello con la Sareb sobre estas viviendas y las 55 de Epamar en Palavea, que el Gobierno local asegura que se vendieron y la Sareb lo niega. La Sareb replicó ahora que tampoco vendió las del Orzán porque no eran de su propiedad y destacó que las subastas “son procesos judiciales tutelados por esas instancias, de modo que ni Sareb ha vendido nada ni ha establecido ningún precio”. Según detalló, los precios de los bienes subastados los fija el juez de acuerdo a diferentes variables.
