La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

Vuelta al mundo y a la historia en latas de cerveza

El Museo de Estrella Galicia muestra la primera botella metálica que se comercializó para esta bebida, en Estados Unidos en 1935

19

La primera lata de cerveza del mundo, en el Museo Estrella Galicia

Primero, con cuello y chapa, después con una tapa que necesitaba de un artilugio específico para poder abrirla, después, con colores pálidos para que no llamasen la atención del enemigo en el frente, más adelante, con un sistema propio de apertura fácil y, a día de hoy, mucho más altas y delgadas que sus abuelas y, sobre todo, con menos aluminio, para que su impacto sea menor en el medio ambiente. Las latas de cerveza han ido cambiando con el paso de los años y, esa evolución, por primera vez, se puede ver sin moverse de A Coruña, en el Museo de Estrella Galicia (MEGA), que cuenta desde este martes y hasta el 31 de agosto con la primera exposición temporal en sus instalaciones.

Primera lata de cerveza comercializada en el mundo, en 1935 en Estados Unidos.

Primera lata de cerveza comercializada en el mundo, en 1935 en Estados Unidos. Carlos Pardellas

Para inaugurar esta iniciativa de combinar exposiciones temporales con la experiencia de visitar el MEGA, la firma se ha aliado con la Asociación de Latas de Bebidas, que ha colaborado en la puesta en marcha de este paseo por la historia de los envases de cerveza más allá de la botella de cristal.

Primera lata de cerveza comercializada en España, de Skol, en 1966. Carlos Pardellas

La primera lata que se comercializó para contener una bebida fue la de la cerveza estadounidense Krueger Cream Ale, en 1935. El director general de la asociación, Juan Ramón Meléndez, explicó ayer en la visita guiada a esta muestra, que la firma quería un envase que le permitiese transportar lejos su cerveza sin los inconvenientes del cristal, que se rompía con facilidad. Entonces, fabricó dos mil latas que repartió entre sus mejores clientes y, después, les preguntó si les gustaba la idea, si comprarían la cerveza así. “El 91% respondió que sí, así que, al año siguiente vendieron 35 millones de latas”, recordó Meléndez. A pesar de que la lata es mucho más grande que las que hay actualmente, para entonces suponía un avance muy grande, ya que estos envases se enfriaban antes y eran más fáciles de transportar.

Primera lata de cerveza comercializada por Estrella Galicia, en 1979. Carlos Pardellas

De la Coronation Beer (la cuarta empezando por la derecha) hay solo dos latas en el mundo y, una de ellas, estará hasta el 31 de agosto en la ciudad. Es de 1937 y es un envase de cerveza que todavía tiene en su interior la bebida. Según comentó Meléndez, tienen ya en marcha un proyecto para hacerle una microperforación para saber en qué estado se encuentra el brebaje y cómo sobrellevó el paso del tiempo. Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, la lata ya se había popularizado entre las fábricas de bebidas, así que, por ejemplo la irlandesa Guiness rotulaba sus envases con colores pálidos para que los soldados no llamasen la atención del enemigo al beber sus latas en la trinchera.

Lata de cerveza conmemorativa de la coronación del rey Jorge VI en Reino Unido. Carlos Pardellas

Con el paso del tiempo, la innovación se fue colando también en las latas de cerveza, que ya no necesitaban un abridor especial que dejase salir el aire por un lado y la bebida por el otro, sino que ya tenían una solapita que les permitía beber de la lata sin necesidad de abridores especiales, por ejemplo, para llevar a la playa.

Lata de cerveza exhibida en el MEGA. Carlos Pardellas

En 1966, la fábrica de Skol fue la que lideró la entrada de las latas de cerveza en España, ya con abre fácil. Estrella Galicia esperó hasta 1979 para lanzar su primera lata. En 2011 fue cuando la fábrica hizo su cambio más radical, apostando por un tipo de envase más estilizado, más alto y delgado, para aprovechar mejor el espacio en la nevera y para que sean más fáciles de apilar. Y, también con el paso del tiempo y con los avances en la investigación, las latas consiguieron reducir la cantidad de aluminio necesario para su fabricación.

Lata de cerveza exhibida en el Museo Estrella Galicia Carlos Pardellas

Es por ello por lo que la exposición lleva por título Latas de cerveza. Un viaje de ida... y vuelta porque, tal y como explicó el director del museo, Rodrigo Burgos, son envases que se pueden reciclar tantas veces como se quiera, y porque nacen con la vocación de ser sostenibles para el medio ambiente.

Lata de cerveza exhibida en el MEGA. Carlos Pardellas

La exposición se completa con la evolución de las latas de Estrella Galicia, las de 33 centilitros, porque, a pesar de que es la medida más común, se han comercializado otras. “Al final, cada país tiene sus costumbres y sus hábitos. En Rusia hay latas de un litro porque no les importa que se les caliente la cerveza, nosotros somos de tomarla muy fría”, resumió Meléndez.

Compartir el artículo

stats