El desplazamiento a diario de 13.608 personas y la previsión de que en el futuro sean 16.661 hace que la movilidad sea una cuestión trascendente en el diseño de la ampliación del Hospital Universitario. Los datos que refleja el Estudio de Evaluación de la Movilidad de ese proyecto reflejan que en la actualidad se realizan 4.200 viajes a diario hasta el complejo por parte de los trabajadores, mientras que otros 5.697 son realizados por personas que acuden a las consultas externas y 3.711 por quienes acuden a visitar a los pacientes ingresados.
Tras la ampliación del hospital, al que se sumarán los servicios que ahora se prestan en el Centro Oncológico, Materno-Infantil, Centro de Especialidades de O Ventorrillo y algunas de las ubicadas en el Abente y Lago, los desplazamientos del personal ascenderán a 5.810, los motivados por las consultas a 6.130, los de las visitas se reducirán a 2.289, pero los atribuidos a otras causas se calculan en 2.432.
Para permitir el acceso de semejante cantidad de personas, el transporte público es uno de los medios decisivos. Cinco líneas de autobuses urbanos llegan ahora al hospital —las 12, 12A, 17, 20 y 22—, con una frecuencia de trece veces por hora entre las tres paradas situadas en el complejo y su entorno. En cuanto a las líneas interurbanas, 58 líneas y 66 rutas permiten enlazar el hospital con localidades de la comarca y la provincia en 599 ocasiones a lo largo del día, con frecuencias entre las 39 y las 46 paradas por hora.
Los autores de este estudio prevén que, una vez concluida la ampliación del hospital “no será necesario ampliar el número de expediciones de autobuses existentes”, ya que estiman que la oferta actual “es bastante amplia y será suficiente para absorber la nueva demanda”. Esta previsión va acompañada de la referida a los modos de desplazamiento hasta este lugar en el futuro, que será en vehículo privado en el 87,5% de los casos y del 12,5% en transporte público.
Para hacer frente a la demanda actual de aparcamiento que genera el elevado número de automóviles particulares se dispone de 332 plazas reservadas al personal del hospital, de otras 167 libres para el público y de 1.100 en el estacionamiento de pago existente junto al complejo. El estudio estima necesaria la existencia de 1.883 plazas para mantener en el futuro la proporción actual en relación con las camas de hospital, que tras la ampliación serán 1.543.
Para alcanzar este objetivo, el estudio de movilidad cuenta con la permanencia del aparcamiento privado y con las 1.500 que tendrá aproximadamente el que se construirá bajo los nuevos edificios del hospital que se construirán. A ellas pueden sumarse las 300 plazas de uso libre que existen en el entorno, aunque advierte que, de acuerdo con las medidas que se adoptarán “la tendencia del uso del vehículo privado se espera que disminuya en los próximos años”, de forma que el número mínimo de plazas que habrá que crear será de 1.400.
Sobre los viales del entorno, el estudio plantea que la avenida de Lamadosa sea de un solo sentido y dos carriles hacia Eirís desde la entrada del aparcamiento privado para evitar la congestión que se produce en ese punto, mientras que la calle que limita ese estacionamiento con el núcleo de Lamadosa pasaría a cambiar de sentido para permitir el acceso al hospital desde Eirís.
El documento menciona además la previsión del plan general de la construcción de una nueva calle entre la carretera de Eirís y la avenida de A Pasaxe, por lo que propone que, cuando su trazado llegue hasta el hospital termine en una glorieta. El nuevo vial tendría dos carriles en cada sentido del tráfico, carril bici y aceras, además de bandas ajardinadas.
La conexión con la carretera de Eirís sería en forma de T y permitiría los giros a la izquierda. Esta calle y la avenida de Montserrat serán ensanchadas para que se amplíen las aceras y se instale un carril bici, ya que coinciden con el trazado del Camino Inglés a Santiago.
