La Opinión de A Coruña

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Una de las figuras de la entrada de la iglesia de Santiago sufre desperfectos en su cara

El párroco de la iglesia más antigua de la ciudad alertó a la Xunta y al arzobispado del estado de la figura por si procedía intervenir

Cabeza de Santiago Apóstol, en la entrada de la iglesia de Santiago, con grietas. | // VÍCTOR ECHAVE

El apóstol Santiago, el que está con la mano en el pecho y un libro en la cabeza, en la jamba izquierda de la puerta de la iglesia de Santiago, la más antigua de la ciudad, tiene grietas en su rostro. El párroco, Andrés García, alertó hace unas semanas a Patrimonio de la Xunta y del Arzobispado de esta situación, por si era necesario intervenir, aunque todavía no ha recibido respuesta. El párroco asegura que lo que empezó como una pequeña grieta ha ido creciendo, sobre todo, “con los días de calor” y que, actualmente, se pueden ver daños en el cuello y la cara de la imagen.

El apóstol Santiago, a la izquierda, en la jamba de la puerta. | // V. ECHAVE

La iglesia de Santiago, joya coruñesa de estilo románico, fue construida en la segunda mitad del siglo XII, aunque fue reformada en varias ocasiones, y es Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1972.

Hace unos meses, las grietas en el rostro de la figura eran casi imperceptibles, aunque con el paso de las semanas, la situación ha empeorado. Por ahora, ninguna de las instituciones a las que ha dado parte formalmente el párroco ha dado una respuesta ni ha visitado la iglesia para examinar los daños.

“No quiero alarmar, solo avisar de cómo está el apóstol para que las instituciones lo vean internamente y que decidan si es necesario intervenir, por eso mandé un oficio por registro. Es cierto que las piezas se están separando y que se están desprendiendo desde hace unos meses, pero es Patrimonio quien tiene que decir qué hay que hacer”, relata el párroco de esta iglesia de la Ciudad Vieja.

Las grietas en el rostro de esta imagen de Santiago Apóstol con barba son ya visibles desde la calle. Tanto el párroco, como algunos de los feligreses, indican que las heridas se han hecho más grandes con la llegada del verano y los días de calor más intenso. Serán los especialistas de Patrimonio los que tendrán que determinar si se puede realizar alguna intervención en la imagen para evitar que las piedras se sigan separando o si hay alguna otra solución para esta circunstancia.

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