La Opinión de A Coruña

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A Coruña tendrá una oficina de atención psicológica para cuidar la salud mental

El Gobierno local, tras un acuerdo con Marea, saca a licitación la redacción de un plan para prevenir y atender trastornos mentales, con el foco puesto en los niños y adolescentes

Niños a la salida de un colegio. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

El primer plan municipal de salud mental ya está en marcha. Tras un acuerdo entre PSOE y Marea para la aprobación de los presupuestos 2022, el Gobierno local acaba de sacar a licitación la contratación de servicios de consultoría y asistencia técnica para la redacción de este documento que fija como prioridad a la población infantil, adolescente y a las personas en situación de vulnerabilidad social. El acuerdo entre PSOE y Marea también prevé la creación de un servicio municipal de atención psicológica mediante un convenio con el Colegio Oficial de Psicología de Galicia, así como la inclusión de profesionales de la Psicología en los equipos de atención social y centros educativos.

Con un presupuesto de 104.000 euros, el programa se elaborará en un plazo de diez meses para prevenir, promocionar y atender la salud mental ya que esta “se ha convertido en un objetivo primordial en la Unión Europea, ya que se estima que aproximadamente un 15% de la población sufre o sufrirá algún trastorno mental a lo largo de su vida”, según recogen los pliegos.

Para poder responder a las necesidades reales de la población, el Concello defiende que la “territorialización resulta un eje fundamental”, pues así se pueden conocer las necesidades diferenciales de cada barrio y las posibles desigualdades en relación con la salud mental. Para ello es necesario incrementar las intervenciones en el ámbito comunitario, es decir, estar más cerca de las personas afectadas.

El plan fijará unas prioridades y en ellas figuran la población infantil, adolescente y adulta joven ya que “la exposición en estas edades a situaciones de desigualdad social se asocia a peores resultados en salud, y en salud mental en particular, a corto, medio y largo plazo”. También se tendrá en cuenta la perspectiva de género y la interculturalidad desde el diseño hasta la planificación, ejecución y evaluación de las acciones del plan. El objetivo es que nadie se sienta discriminado.

La promoción de hábitos de vida saludable y la prevención del trastorno mental son también pilares del programa, que contará para su redacción con profesionales del campo sociosanitario, de la Sociología y del Derecho. Para la atención de la población adulta y mayor se incrementará la oferta de intervenciones de carácter psicológico para tratar problemas de ansiedad, depresión y somatizaciones. Tendrán atención prioritaria las personas con trastornos mentales graves. Se prevé, además, la implantación de formaciones, guías y protocolos de actuación para tratar n a personas con trastornos de la conducta alimentaria, trastornos obsesivos, trastornos de personalidad y problemas de salud mental y adicciones.

Todo ello se hará “en cooperación con otros niveles asistenciales y sectores públicos y privados implicados”, con los que también se trabajará para mejorar la atención a la salud mental de la población internada en centros de acogida, las personas mayores, las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, personas sin hogar, personas inmigrantes y las mujeres víctimas de violencia machista.

Este plan pretende que haya una atención más rápida a la sociedad y más recursos para tratar la salud mental. Se fija también como reto la promoción del acceso y el mantenimiento del empleo y servicios de vivienda para facilitar la inclusión social de las personas con trastornos mentales. Siempre, señala el pliego, defendiendo los derechos y la igualdad de oportunidades de las personas afectadas.

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