La Opinión de A Coruña

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Juancho Conejo | Cantante de Sidecars, que actúan este sábado 26 de noviembre en el Coliseum

“Crecimos pasito a pasito y ahora creíamos que era el momento de dar una zancada”

“Es bonito que el escenario de las historias que hay en este disco sea compartido”

Juancho Conejo, en el centro, en una foto promocional de Sidecars.

Pocos artistas habrán pisado el Coliseum en menos de un mes con dos espectáculos diferentes y con tanto público [Leiva, el 29 de octubre, agotó las entradas, y para Sidecars, el 26 de noviembre, quedan pocas a la venta].

La verdad es que es una suerte tener la posibilidad de vivir estas dos experiencias desde dos ángulos diferentes, la primera, como guitarrista, desde un ladito, con un Coliseum a lo grande, y poder hacerlo ahora con Sidecars. Es el aforo más grande que hacemos en A Coruña y también creo que fuera de Madrid [más de 2.000 espectadores]. Me siento muy privilegiado.

¿Es un paso más en Sidecars?

Es la gira más importante o ambiciosa, en el buen sentido de la palabra, que hemos hecho nunca. Sentíamos que era el momento de intentarlo. Nosotros hemos ido creciendo pasito a pasito y pensábamos que era el momento de dar una pequeña zancada y jugárnosla un poco, a ver qué nos encontrábamos. Creíamos que era el momento y que el repertorio y el momento vital nos daban la potestad para hacerlo.

Este disco salió sin toda la expectación que se suele crear en redes sociales por un nuevo trabajo de una banda, ¿por qué nació de esta manera tan diferente?

Lo hicimos a propósito. Cuando estábamos a mitad de gira planeando una segunda vuelta, que es lo que solemos hacer, girar dos años, vimos que teníamos canciones que teníamos la necesidad de sacar ya y decidimos parar la máquina y meternos a grabarlas y no decir nada. Decidimos hacerlo de puertas para adentro y un día, de repente, de forma inesperada, dijimos que teníamos disco nuevo. A más de uno le habrá hecho ilusión este trabajo y eso es lo que buscábamos.

Es un nacimiento casi analógico, de disco que se compra en las tiendas y que huele a nuevo...

Totalmente, nosotros nos hemos criado y hemos aprendido el oficio de esa manera. Seguimos comprando discos y haciendo el ritual de escucharlos en orden y de arriba a bajo. Tenemos eternamente desactivado el modo aleatorio de nuestros dispositivos. Nosotros somos románticos en ese sentido.

La gira y el disco no son aptas para supersticiosos, se llama Trece, como uno de los temas, van el día de los Inocentes al Wizink, ¿no creen la mala suerte?

Desde que decidimos que se llamaría Trece supimos que íbamos a ir a la contra del mundo, pero sentíamos que tenía que ser ese título porque nos estaba persiguiendo el número trece y se nos aparecía todo el rato. Es como si la vida nos dijese que tenía que ser ese título y decidimos hacerle caso.

Hay canciones que hablan de lugares concretos, incluso de andenes de estación, de la tormenta Filomena, ¿qué importancia tiene para ustedes hacer estos temas tan localizados en el tiempo y en el espacio?

Yo hablo siempre de las cosas que a mí me suceden, es una manera un poco terapéutica de trabajar, escribo para mí y luego se lo suelto a la gente a ver si siente cosas parecidas y si se las lleva a su propio terreno. He escrito en su día historias que me han pasado en Galicia, en A Coruña, en concreto, y siempre conseguimos hacerlas un poco de la casa.

Escuchando las canciones, da la sensación de que están marcadas por la pandemia, de que, de algún modo, dejó su huella en estas letras.

En lo más duro de la pandemia, a mí no me funcionó mucho la parte creativa. Estaba tan asustado que no me iba, en el momento en el que empezamos a salir, decidimos irnos de gira, cuando todo el mundo decía que no se podía, lo hicimos, y ahí empecé a escribir mucho y, sin darme cuenta, tenía guardada la cronología de todo lo que había pasado. Escribí mucho en muy poco tiempo.

La de Filomena sabemos que se llama así por la tormenta. ¿Caducará con el paso del tiempo?

No... Es bonito que una historia como esta, que hemos vivido todos, o que el escenario de las historias que he vivido en este disco se ubiquen en un contexto compartido. Todos tenemos nuestra propia historia de aquel momento y las canciones van a servir para recordarlo siempre.

En el disco hay también canciones de amor y desamor, de miedo y de heridas...

Por supuesto, el amor forma parte de la vida de todos, es un elemento inspirador para mí. La incertidumbre la hemos sentido todos y era un momento en el que todos estábamos igual, independientemente del trabajo o del éxito que tuviéramos. En nuestro oficio lo sufrimos, pero otros lo pasaron peor. Hasta en el peor momento, yo me sentí privilegiado.

Tienen además canción nueva, Si me ves aparecer, de la película Reyes contra Santa. ¿Sonará en el Coliseum?

Es un proyecto que hicimos muy rápido y no sabíamos la repercusión que podría tener. No me atrevo todavía a tocarla en directo porque no sé si la gente la quiere o no, cuando la pidan, la meteremos.

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