Música

Mikel Erentxun: “Elton John es el culpable de que exista este disco”

El que fuera cantante de Duncan Dhu apuntala su carrera en solitario con un nuevo disco, 'Septiembre', marcado por los rescoldos de la pandemia, por el pop/rock de los 70 y por las colaboraciones con músicos de generaciones más jóvenes

Mikel Erentxun publica estos días su nuevo disco, Septiembre.

Mikel Erentxun publica estos días su nuevo disco, Septiembre. / Alba Vigaray

Carlos H. Vázquez

Mikel Erentxun (Caracas, 1965) acaba de llegar a Madrid en coche desde San Sebastián. Se relaja tocando al piano las primeras notas de Oh, Siena, sexto corte de Septiembre (Warner, 2023), un doble LP cuyo germen brotó de los solitarios meses del 2020 y del redescubrimiento del Elton John de los setenta. Mikel se hizo con un piano y comenzó a componer canciones que dieron –en principio– para un álbum triple. Mientras tanto, el músico salía con Amigos de guardia (Warner, 2021) al paso. En aquel trabajo con invitados, el que fuera miembro de Duncan Dhu comprobó que sus canciones no habían sido olvidadas.

P. ¿Un compositor ve el mundo a través de la relación que tiene con él?

R. Al final uno escribe de sus propias experiencias. Y en ese mundo que te rodea –tu familia, tu entorno, tus hobbies...– evidentemente aparecen las canciones. Yo ya llevo cuatro discos seguidos escribiendo mis canciones, que es algo de lo que estoy súper contento, y cuando miro hacia atrás y escucho discos antiguos, me resitúo en la época en la que los escribí. Cada disco tiene una vigencia y las letras sobre todo –por lo menos las mías, que son tan personales y autobiográficas– siempre reflejan el mundo tal cual lo percibía y lo vivía en el momento en el que escribí esas canciones.

P. Desde Eléctrica PKWY ha firmado todo su repertorio, cuando antes compartía titularidad con Jesús María Cormán.

R. Toda mi trayectoria en solitario gira en torno a Cormán hasta Detalle del miedo. En el siguiente disco, 24 golpes, fue cuando él me dijo que necesitaba un descanso, entonces pensé: “¿Y qué hago yo ahora?”. Para ese disco creo que escribió tres o cuatro, yo escribí otras tres o cuatro... Llamé a Diego Vasallo, a José Ignacio Lapido, a Rafa Berrio... Fue un disco de transición a nivel de letras. Y en el siguiente, Corazones, me metí de lleno. ¡Encima con un disco doble!

Erentxun, el día de la entrevista en Madrid.

Erentxun, el día de la entrevista en Madrid. / Alba Vigaray

P. Para Septiembre ha maquetado 28.

R. Quería que Septiembre fuera triple. Tanto a Víctor Cabezuelo como a Dani Ruiz [vocalistas respectivamente de Rufus T. Firefly y de Reme, ambos colaboran en la producción del disco] les gustaba la idea; los tres somos muy fans de George Harrison y puse sobre la mesa All Things Must Pass. En teoría está guay hacer un disco triple, pero cuando al final tienes una limitación de dinero y de tiempo es muy complicado y nos tuvimos que quedar en el doble; nos dimos cuenta de que no había ni tiempo ni dinero para hacer 30 canciones (teníamos 28 maquetadas).

'Amigos de guardia' Iba a ser un concierto, pero por culpa del COVID-19 –o gracias a él– se ha convertido en la gira más importante que he hecho fuera de Duncan Dhu: más de 100 conciertos, 40 en Estados Unidos...

P. ¿La escritura de las canciones de Septiembre se solapó con Amigos de guardia?

R. La aventura Amigos de guardia ha sido una aventura muy bonita. Iba a ser un concierto, pero por culpa del COVID-19 –o gracias a él– se ha convertido en la gira más importante que he hecho yo nunca fuera de Duncan Dhu: más de 100 conciertos, 40 en Estados Unidos... Ha sido una gira internacional muy potente que recibió un Premio Ondas, el reconocimiento de la industria, de mis compañeros de profesión... Me ha traído muy buenas cosas. Y como ha sido una aventura que se ha dilatado en el tiempo –iba a ser un concierto y han sido tres años–, se ha solapado con todas las canciones de Septiembre.

P. En Amigos de guardia cuenta con Víctor y Anni B Sweet, presentes en Septiembre. En ese sentido, ¿un proyecto ha influido en el otro?

R. Amigos de guardia me ha acercado a la gente que admiro, sobre todo de generaciones muy posteriores a la mía y que yo pensaba que no sabían ni quién era yo. Cuando empecé a llamar a gente que no conocía personalmente para ver si se quería meter en el proyecto de Amigos de guardia, como Viva Suecia o Anni B Sweet, todos me contestaron que era un honor y una maravilla. Yo siempre pensé que esas generaciones tendrían una imagen de mí y de Duncan Dhu como de carcamales, pero me encontré que había un respeto y una admiración muy importantes. Fue una sensación muy bonita. A raíz de Amigos de guardia he entablado muy buenas relaciones con muchos de los que participaron en el disco, entre ellos Anni B Sweet, por eso está en Septiembre.

P. Anni B Sweet iba a grabar un tema y al final grabó... ¿ocho?

R. Sí. Grabando el disco en Donosti pensé que le vendría muy bien una voz de chica y llamamos a Anni B Sweet, porque además también suele ir de gira con Víctor y Julia Martín-Maestro [Rufus T. Firefly]. Estábamos todos en familia. Le sacamos una noche de hotel y al final se quedó cuatro o cinco. Era guay tenerla ahí. Nosotros estábamos grabando y ella estaba en el estudio con los auriculares y con un tecladito ensayando unas cosas que tenía que hacer con Los Estanques. Pero estaba en la grabación y opinaba. Me acuerdo que yo estaba cantando y, de repente, en vez de contestarme Víctor me contestó Anni, que dijo: "me ha gustado mucho cuando has hecho ese giro de voz". Inevitablemente cantó en muchas más canciones de las que iba a cantar. Me acuerdo que estábamos grabando Al sur de Vejer y ella se puso en el control a cantar en plan andaluza. Es una chica que tiene un don.

P. Volviendo a las referencias de George Harrison, encuentro que Es solo amor tiene guiños a Day TripperFlores y café cuenta con un inicio muy parecido al de My Sweet Lord Los días que no vivimos me recuerda a This is Love.

R. Los días que no vivimos me parece un tema muy Harrison, sí. Teníamos esa referencia de tema acelerado con un riff, pero ni los acordes son los mismos ni la melodía es la misma, aunque el concepto de la canción sí. Yo nunca he ocultado mis influencias, todo lo contrario; me parecería absurdo cuando son tan evidentes. Elvis Presley, The Beatles y Bob Dylan son, en diferentes momentos de mi vida, los tres grandes tótems. Curiosamente, en este disco diría que son los Beatles pero después de los Beatles: George Harrison, John Lennon en solitario y luego el Paul McCartney de los Wings. De hecho, a los Beatles como Beatles yo los veo en Mariposa en la flor.

P. Pero el disco nace gracias a Elton John...

R. Sí. Y por eso el disco nace alrededor del piano. Elton John era un tipo que me caía muy antipático y nunca me había atraído musicalmente. Sentía cierto rechazo hacia su obra, pero porque no la conocía, sólo la ochentera. En la pandemia descubrí la discografía setentera de Elton John y me enamoré totalmente. Me compré un piano y ahí empezó el germen de este disco. Elton John es el culpable de que exista Septiembre.

P. ¿Se cambiaron las letras de algunas canciones porque hacían referencia a la pandemia?

R. Sí. Cuando empiezo el proyecto de Amigos de guardia, que es un disco en el que no había temas nuevos, ya estaba escribiendo canciones. Pero cayó la pandemia. Hay tres o cuatro letras que escribí en esa época, como por ejemplo Los días que no vivimos. Las canciones ya estaban maquetadas y un día Víctor me llamó y me dijo: “Oye, no me quiero meter donde no me llaman, pero no volvería a utilizar la palabra 'confinamiento”. Cambié tres o cuatro palabras pero no el sentido, porque la canción sigue hablando de los días que estábamos confinados. En Los días que no vivimos, además, hablo de los conciertos que hacía por Instagram a las ocho y cuarto. La canción relata lo que hacíamos en los días del confinamiento y una de ellas eran mis conciertos en Instagram.

Es el fin del mundo porque ya no me quedan referentes y porque el clima está cada vez más loco, no llueve cuando tiene que llover... Es el fin del mundo con una cierta ironía y un cierto humor"

P. ¿Y por qué creía que era el fin del mundo en Tren a Marte?

R. Es el fin del mundo porque ya no me quedan referentes y porque el clima está cada vez más loco, no llueve cuando tiene que llover... Es el fin del mundo con una cierta ironía y un cierto humor. Es curiosa esta canción porque quizás tiene la letra más distinta. A mí me gustan las letras un poco más abstractas y Tren a Marte me parecía una canción menor en mi maqueta, por letra y por música. De las 28, Tren a Marte no estaba entre mis favoritas. Yo maqueto solo y luego con Dani y con Víctor. Entonces repartimos canciones y Víctor me mandó una versión de Tren a Marte muy parecida a la actual pero que no tenía nada que ver con la que yo había grabado. La canción estaba fuera y después de la versión de Víctor se ha convertido en un single. Musicalmente me pareció fascinante hasta dónde la había llevado.

Mikel Erentxun

P. ¿Ahora es más T. Rex y Marc Bolan?

R. Bueno, la mía sonaba más a T. Rex. Era un cruce con Crocodile Rock de Elton John, era más clásica... Y la que está en el disco tiene un punto más Black Keys, con las baterías más “guarras”. Y lo más importante: yo la tocaba con acordes mayores y él la pasó a acordes menores.

P. ¿Tienen relación las canciones Cuando éramos ayer y Pensando en ti (Cuando lo urgente es vivir)?

R. Pensando en ti (Cuando lo urgente es vivir) es una canción que le escribí a Pau Donés cuando se murió. Es otra de las canciones que escribí en pandemia. Por eso lo de Cuando lo urgente es vivir en el título, porque su eslogan era la urgencia de vivir. Todas las canciones tienen relación entre sí. En este caso será el subconsciente, no veo una relación clara a propósito como sí hay, por ejemplo, entre A la luz de las farolas y Flores y café, porque estoy hablando de lo mismo media hora antes. En Flores y café me despierto y en A la luz de las farolas es lo que viene después de que me despertara. Y en las dos hablo de farolas.

P. En cambio está Ladridos en el pecho, que es muy oscura.

R. Es la favorita de Diego Vasallo. Sigue siendo como mi consigliereLadridos en el pecho es un blues y yo muy pocas veces he grabado uno. El único blues que se me ocurre es Fin de amor, que es la primera canción de Duncan Dhu. Después de esa, creo, no he vuelto a grabar un blues hasta Ladridos en el pecho, con esa producción tan oscura en la onda de Diego, que ahora está súper punki, tenebroso... Es normal que le guste. A mí también me gustó muchísimo. Es la canción más oscura del disco; la letra es muy dura –de una mala noche– y creo que la música le hace justicia.

P. Le leí decir que si Diego y usted se juntaban era para hacer nuevas canciones de Duncan Dhu.

R. Sí. La puerta de Duncan Dhu nunca ha estado cerrada y menos ahora que la relación es tan buena y nos quedamos con tan buen sabor de boca desde la última reunión, que ya va para diez años. Pero honestamente ahora es difícil porque yo estoy muy centrado en mi disco y Diego está muy centrado en el suyo y no vemos el momento de Duncan Dhu. Es cierto que estamos a las puertas del 40 aniversario y sería una oportunidad muy bonita de hacer algo, pero está difícil. Aunque nunca se sabe.

P. Termino citando a David Bowie: “Un artista ha de ser siempre fiel a los dictados de su corazón”. ¿Qué le dicta a usted el suyo ahora?

R. A raíz de Detalle del miedo y el directo Tres noches en el Victoria Eugenia navego con una libertad maravillosa de hacer lo que quiera. No tengo la presión de tener que vender discos ni de tener que sonar en 40 Principales como antes. Desde la salida de esos dos discos, la honestidad está a prueba de bombas; hago lo que quiero y disfruto muchísimo. Me siento muy orgulloso de lo que he hecho desde entonces. Creo que cada disco es mejor que el anterior, aunque con la perspectiva del tiempo los discos se resitúan. Lo pienso de corazón.