Teatro

Así será Sohrlin Andalucía, la nueva aventura de Antonio Banderas

La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía se alía con el próximo espacio cultural del malagueño y aporta dos millones de euros para el primer año de la iniciativa con la que se pretende paliar la carencia de técnicos de teatro y audiovisuales de nuestro país

Presentación internacional del proyecto Espacio Sohrlin Andalucía.

Presentación internacional del proyecto Espacio Sohrlin Andalucía. / ÁLEX ZEA

Víctor A. Gómez

Con el Teatro del Soho-CaixaBank medio encarrilado, Antonio Banderas se mete en otro berenjenal. El actor y empresario malagueño se ha aliado con la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de Andalucía para lanzar Sohrlin Andalucía, el espacio de artes escénicas y entretenimiento cultural con el que Banderas y su socio, el CEO de Producciones Merlín, Domingo Sánchez, quieren hacer de La Misericordia el vivero de talentos y, sobre todo, técnicos que hacen falta para afrontar el desarrollo escénico y audiovisual de nuestro país. Banderas, desde Nueva York (donde rueda con Nicole Kidman el largometraje 'Babygirl', para la productora A24), y Sánchez y el consejero Arturo Bernal, desde el propio Teatro del Soho (que ocupa su compañía estos días con el show circense 'Imagine'), presentaron ayer el acuerdo con el que la nueva infraestructura cultural y académica da un paso de gigante.

Cubrir una carencia

"Recuerdo pensar hace años: 'Qué lástima que en Málaga no se vean los shows de Broadway'. Ahora, después de la experiencia de estos años con el Teatro del Soho-CaixaBank, el otro día fui a ver a Broadway un show, no diré cuál, y terminé pensando: 'Qué lástima que no se vean aquí los shows que se hacen en Málaga'", reflexionó Banderas al comienzo de su intervención, desde una pantalla instalada sobre el escenario de su teatro. El talento, la capacidad y el compromiso con el trabajo han quedado demostrados, pero falta una red de personas que desempeñen estos oficios escénicos y audiovisuales y con la que mantener una industria cultural de primer nivel. Ahí surge la idea de Sohrlin.  

Banderas ha participado online desde Estados Unidos.

Banderas ha participado online desde Estados Unidos. / ÁLEX ZEA

"Más que decir lo que va a ser Sohrlin [ya saben: contracción de Soho y Merlin], voy a decir lo que no es: no es el Teatro del Soho, el proyecto que me devolvió a España, una iniciativa privada, sin ánimo de lucro y sin dinero público, ni tampoco es un centro exclusivamente de formación", empezó el actor malagueño, quien, segundos después, sí dijo lo que será, a grandes rasgos, esta nueva aventura. "Esto es algo más complejo, que irá adquiriendo personalidad a medida que vaya avanzando su actividad. Pero, en principio, se trata de un proyecto de formación, de exhibición y de producción"; o sea, un espacio 360 grados, en que se empieza y se cierra el círculo de la creación, desde la idea hasta su estreno. Sí, se formarán a técnicos especializados en las diferentes disciplinas escénicas y también audiovisuales, pero también se producirán y exhibirán shows teatrales de diferentes formatos, espectáculos de nuevas tecnologías, conciertos (se pretende que sea la sede de la Larios Pop del Soho, la orquesta del teatro del malagueño).

Arturo Bernal y Domingo Merlín, durante el acto de presentación.

Arturo Bernal y Domingo Merlín, durante el acto de presentación. / ÁLEX ZEA

Formativo

De momento, el énfasis se hará en lo formativo y se crearán unos cursos de Diseño de Sonido, Diseño de Iluminación, Regiduría y Dirección Técnica, a los que se sumarán, con el tiempo, los de Maquillaje y Dirección Escénica, entre muchos otros. El objetivo, paliar la "carencia extraordinaria" de técnicos escénicos en nuestro país, en palabras de Banderas, y se quiere poner en marcha la oferta cuanto antes, la próxima primavera. Se está trabajando en un aspecto fundamental: la homologación de los cursos, con la meta de su equiparación de Grados, Medio y Superior. Un terreno virgen: "Estamos trabajando ahora mismo con los temarios... No existe Grado Medio o Superior de Regiduría, por ejemplo", apuntó Domingo Sánchez. Y ya se ha atraído al profesorado: habrá docentes locales pero también talentos internacionales, profesionales con los que Antonio Banderas ha trabajado a lo largo y ancho de estos años por el mundo como maquilladores, por ejemplo. "Ya tengo a algunos atados", aseveró.

En total, casi 8.000 metros cuadros en las antiguas fábricas de metalurgia de La Misericordia que quedaron como silo de grano. En estos momentos, se continúa trabajando en la adaptación física del tremendo espacio a las necesidades de los responsables de Sohrlin, y se confía en que a finales de enero estará completada una primera fase de construcción, la de las aulas propiamente dichas. En una segunda y tercera etapas se realizarán unos black boxes pequeños y otro más grande, espacios para la creación más alternativa, y un centro de exhibición con un aforo de 1.400 butacas para ofrecer funciones de todo tipo. "Sí, también queremos traer espectáculos como 'El fantasma de la Ópera' y musicales de Broadway que mueven una cantidad de elementos extraordinaria. Tendremos capacidad para afrontarlo", aseguró Banderas.

El alcalde, Francisco de la Torre, presente en el acto.

El alcalde, Francisco de la Torre, presente en el acto. / ÁLEX ZEA

Dinero público

Una empresa, como se puede comprobar, extremadamente ambiciosa y que requiere por tanto de la aportación pública. Hace años. cuando su proyecto para el Astoria-Victoria se convirtió en un fiasco tras la oposición de los grupos municipales de IU y Podemos, el malagueño aseguró:"No quiero ni un duro público, porque vienen envenenados. No me voy a gastar el dinero para que me den patadas en el culo". Y montó, de su bolsillo, el Teatro del Soho-CaixaBank. Sohrlin le ha hecho cambiar de opinión, y aceptar los 2 millones de euros que Turismo de la Junta de Andalucía le aporta (provenientes de los Fondos de Desarrollo Regional de la UE, los mismos que sufragaron los Latin Grammy en Sevilla) para terminar las infraestructuras. Se trata de un acuerdo, en principio, para un año pero perfectamente "revisable", en palabras del consejero y que no solo incluye el 'naming' (Sohrlin pasa a llamarse Sohrlin Andalucía) sino también diferentes actividades a desarrollar a lo largo del 2024. Banderas no quiso hacer mención a aquel incidente ayer pero sí se dirigió a los responsables políticos allí presentes: "A pesar de que hablo mucho yo soy un hombre de acción. Y todas las palabras bonitas que hemos escuchado hoy espero que se traduzcan en acciones".