Baloncesto

“Tengo dos años más de contrato y voy a seguir aquí”

El gallego, campeón de Euroliga: “Siempre había sido un sueño” - Asimila la falta de minutos esta temporada como un “aprendizaje personal”

Abalde, en el último partido de la liga regular de la ACB contra el Betis.   | // DANIEL GONZÁLEZ

Abalde, en el último partido de la liga regular de la ACB contra el Betis. | // DANIEL GONZÁLEZ

Armando ÁLvarez

Todo se le condensa a Alberto Abalde en su tercera temporada en el Real Madrid: los problemas físicos iniciales que ya le apartaron del Europeo, su pérdida de jerarquía en la rotación, la desconfianza del entorno en el proyecto de Chus Mateo; también el giro copernicano en Belgrado, el título de Euroliga... El exterior vigués exprime lo positivo y asimila lo negativo. Optimismo y espíritu colectivo lo definen.

Ha entrado usted en el selecto grupo de jugadores gallegos que han ganado una Copa de Europa o Euroliga: Romay, Isma Santos, Fran Vázquez…

Es un honor. Ganar una Copa de Europa y más con el Real Madrid es espectacular. Para mí siempre había sido un sueño. Ves muy lejano poder ganar una Euroliga. Se tienen que dar muchos factores. El año pasado perdimos la final de un punto y este año la hemos ganado contra todo pronóstico. No estaba la cosa muy a nuestro favor.

¿No haber dispuesto de minutos en la Final Four empaña algo su alegría?

Este año está siendo complicado para mí, primero por las lesiones y después por no estar siendo capaz de tener mucha continuidad a nivel de minutaje y rol. Pero al final somos un equipo. Ganar una Euroliga implica muchos meses de trabajo, muchos momentos… Todo el mundo ha tenido su papel. Evidentemente me hubiera gustado tener un papel importante en la Final Four. Sería falso si dijese lo contrario. Lo pasé fatal en el banquillo. Pero en un equipo tan grande como el Real Madrid debes entender que hay momentos en los que tienes más importancia y en otros, un poco menos, y ayudar de igual manera. Disputé más minutos en la Liga ACB durante los play offs y la Final Four. Es una hazaña para todos y me siento muy orgulloso de formar parte de este equipo y haber ganado la Copa de Europa.

¿Cómo se explica ese proceso que les lleva de la pelea contra el Partizan y las sanciones, con 0-2, a ganar la Euroliga?

Sucedieron muchas cosas. Es evidente que la serie estaba muy complicada. Pasó la circunstancia que pasó, esa pelea y las sanciones. Hubo un cambio de chip, un cambio de escenario. El equipo fue capaz de ir a Belgrado a sufrir y a sacar los dos partidos adelante. Eso nos dio confianza para ganar el quinto. Una vez en la Final Four, estás a dos partidos de ser campeón. Ahí lo anterior ya da un poco igual. Solo cuenta cómo estés ese día, cómo lo afrontes. Supimos estar muy centrados y sufrir juntos.

Chacho, Tavares… Pero al final surge la magia de Llull, que no estaba en su mejor momento.

Evidentemente Sergi tiene ese toque mágico, que no es cosa de este tiro, aunque haya sido espectacular y haya definido el partido. Lo lleva haciendo toda su carrera, en muchísimas ocasiones, en momentos para el recuerdo. Mencionas otros compañeros como el Chacho, que en los momentos calientes, tanto en el play off como en la Final Four, jugó espectacular; por supuesto Edy, que lleva todo el año siendo diferencial, el mejor pívot de Europa y el jugador más determinante… Muchos otros han estado increíbles. Algunos jugadores nos han dado la vida en estos partidos, pero durante todo el año todo el mundo ha puesto su granito de arena, haciendo trabajos importantes. Eso es lo que te hace llegar a una Final Four, ser un equipo y ganarla.

Muchas de las críticas se dirigían a Chus Mateo. Ahora se ha reivindicado.

Estando en un equipo tan grande como el Real Madrid, las expectativas siempre son muy altas. Uno lo sabe. Estás siempre en el foco de atención, tanto para lo bueno como para lo malo. Cuando las cosas van mal hay críticas para los jugadores, para los entrenadores… En las malas siempre nos hemos unido, hemos tirado para adelante y hemos luchado hasta el final. Campeones de Europa somos todos. Está siendo un año de crecimiento espectacular. Lo digo desde mi punto de vista, y eso que está siendo difícil para mí. Te pones en situaciones complicadas y aprendes mucho.

Ahora, la ACB, se supone que por el camino más empinado.

La exigencia siempre es máxima. Independientemente de que hubiésemos sido o no campeones de Europa, la exigencia también sería luchar por ganar la Liga, como con cada título que disputamos. Esto no para. Veremos qué pasa. Se ha adelantado el Joventut. Si pasa el Baskonia, tendremos el factor cancha en contra. Pero hay que ir paso a paso. Nosotros tenemos que ganar en Gran Canaria. Pasito a pasito, como hemos hecho todo el año. Es la única manera de avanzar.

Los problemas físicos lastraron el comienzo de temporada. ¿Cómo se encuentra?

Físicamente llevo mucho tiempo bien ya. Tuve ese problema en verano en el pie. Me costó bastante. Y después, cuando ya estaba cogiendo ritmo, tuve un esguince en el otro pie, que también me hizo parar un tiempo. Me ha costado entrar y tener un rol amplio de minutos, como había tenido anteriormente aquí, por ejemplo el año pasado. Uno lo que quiere es jugar y sentirse importante. Pero también está siendo un año de mucho aprendizaje personal, de seguir trabajando y hacerse fuerte mentalmente. Es lo que estoy intentando. Seguiré en esta línea. Las cosas cambian muy rápido en el deporte. Que nos lo digan a nosotros, que estábamos prácticamente defenestrados hace tres semanas y ahora somos el equipo de moda. Nunca se sabe qué puede pasar. Ya tengo 27 años y me ha sucedido antes en mi carrera. He vivido situaciones de estar sin jugar y después han llegado momentos espectaculares. Sé cómo superar estas fases. En ese proceso estoy.

El club realizó el pasado verano fichajes de gran calibre para su posición, como Hezonja o Musa. ¿A usted le ha podido pesar esa polivalencia que tantas veces, por bajas de otros compañeros, le había llevado a jugar de base en las campañas anteriores?

Hay distintas maneras de verlo. “Juego de todo y no juego de nada”, se suele decir coloquialmente. Pero la perspectiva que me gusta es la de intentar ser lo más polivalente posible, lo más completo posible, y poder aportar muchas cosas al equipo. Siempre he intentado aportar desde mi posición natural, que es la de alero o escolta, pero también he intentado cumplir cuando me ha tocado jugar de base o cuando he tenido que defender a cuatros, jugadores más fuertes al poste bajo, manejadores de balón… Poder emparejarme con diferentes tipos de jugadores lo veo como una virtud. Pero es una virtud difícil de gestionar. Muchas veces sales de tu zona de confort, que sería hacer lo que mejor haces con continuidad. A veces te sacan de esa zona de confort para hacer otras cosas que no te salen tan bien, pero que puedes desempeñar con otras características. Hay que encontrar un balance y ser capaz de encontrar confianza en todos esos aspectos. Mentiría si no dijese que es más cómodo jugar siempre de lo mismo, hacer siempre las mismas cosas. Yo lo enfoco como que es algo que tengo que seguir potenciando. Sinceramente es una de las características que más valor me dan como jugador. Intento ser la mejor versión de mí mismo.

Tiene contrato hasta 2025. ¿Tendrá que evaluar su futuro a final de temporada?

No tengo nada que evaluar. Tengo dos años más de contrato y voy a seguir aquí. Sé que este año no estoy teniendo continuidad. Los dos primeros, sí. Hay que tener calma cuando uno no está obteniendo lo que espera o desea. Seguiré trabajando. Queda el final de temporada y dos más por delante. Seguro que llegarán momentos muy buenos, para el equipo y también para que yo disfrute.

La lesión le impidió disputar el Europeo. Imagino que sueña con los Juegos de París. Antes, el Mundial.

Ojalá. Me gustaría estar en todo, tanto con mi club como con la selección. Pero solo me preocupo de trabajar en el día a día, de estar perfecto y seguir creciendo físicamente y como jugador. Y poco más. No pienso mucho en la selección ni en nada. Quiero acabar la temporada lo mejor posible, por si en algún momento el entrenador desea contar conmigo o el equipo me necesita. A partir de ahí veremos cómo encaramos el verano.

Se ha retirado su hermana, Tamara. ¿Cómo la está viendo en este inicio de su nueva etapa vital?

Muy natural. Es muy feliz. Va a tener un hijo. Está en un momento de su vida espectacular. Ya fue muy feliz en su etapa como jugadora. Vivió muchas experiencias. Es una persona superválida, con muchas ambiciones personales aparte del baloncesto.