Fútbol

Manual de Igualdad, por Luis Rubiales: de "las mujeres están indignadas" a "ole tus ovarios"

El expresidente de la RFEF ha concedido una entrevista en la que defiende su inocencia por el beso a Jenni Hermoso: "No creo que a alguien que ha cometido una agresión sexual le den a su hija en brazos"

Luis Rubiales, en una imagen de archivo.

Luis Rubiales, en una imagen de archivo. / EP

Sergio R. Viñas

Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, ciudadano español, “muy español”, investigado por agresión sexual y coacciones, ha estado durante 52 minutos, en una entrevista concedida al comunicador (ahorrémonos más adjetivos) Alvise Pérez, insistiendo en varias ocasiones en que su beso a Jenni Hermoso fue “un acto espontáneo, fruto de la alegría entre dos amigos”. Y, también, asegurando que fue “un error”, aunque en ningún momento especifica por qué piensa eso: ¿por el acto en sí o por las consecuencias?

La última vez que insistió en ello, no obstante, dio una pista de lo que piensa de esa pregunta lanzada aquí, no formulada por su interlocutor. “He cometido un error por la euforia, por la alegría inmensa… Pero te digo una cosa: hay que ser auténtico en la vida, hay que alegrarse, hay que coger en brazos a la gente. Y no pasa nada”, aseveró Rubiales, (re)confirmando que, en efecto, no ha entendido nada.

Rubiales sigue sin entender nada

Porque además de la falta de consentimiento de Hermoso, que es el punto central de todo y que él, pese a todo, sigue negando, el imputado Rubiales sigue sin comprender que un hombre ni puede ni debe agarrar de la cabeza a una mujer sobre la que tiene una superior jerarquía laboral, sobre la que tiene capacidad para ejercer un abuso de poder, para besarla.

Ocurre que Rubiales tiene un concepto de la Igualdad, en mayúsculas, cuanto menos peculiar. Pero no sorprendente, claro. No a estas alturas, desde luego. “Ole tus huevos cuando hablas con un hombre y ole tus ovarios cuando hablas con una mujer, la utilizo en ambos lados, porque eso es tratar con igualdad”, argumenta sobre ese momento en el que se agarró los genitales en el palco para expresar ese igualitario “ole tus huevos” al entonces seleccionador femenino, Jorge Vilda. No consta, salvo error u omisión que le espetara “ole tus ovarios” a ninguna de las 23 campeonas del mundo.

Rubiales implica a Vilda: Me dijo que habló con el hermano de Jenni, un tío razonable.

Rubiales implica a Vilda: Me dijo que habló con el hermano de Jenni, un tío razonable. / EP

Rubiales no es ultraderechista, es "español"

“No soy ultraderechista, soy español”, responde al cuestionamiento de su interlocutor sobre esa etiqueta que (dice él), muchos le han puesto en estos meses. Y sigue Rubiales, se gusta al hacerlo: “La demagogia ha ganado la partida, por ejemplo en el tema de la igualdad. Tenemos que trabajar para que más mujeres ocupen puestos de responsabilidad [defiende aquí que él nombró una vicepresidenta en la RFEF] y para que aquellos que maltratan y pegan sean condenados, pero también para que las denuncias falsas no vuelvan a ocurrir, para que la voz de un hombre y una mujer valgan lo mismo. Los medios se han posicionado de manera radical con, me repito, los radicales. Amo este país, pero hay cuestiones que son injustas y no hay igualdad en algunas cosas”.

Dice todo esto desde la convicción de que él no es un agresor sexual, una cuestión que deberá resolver la Justicia en su momento, pero que él ya considera refrendada social y públicamente a partir de anécdotas como la que, dice, ha experimentado minutos antes de la entrevista, la primera que concede tras anunciar su dimisión, hace ya tres meses.

“Estaba esperando y me querían dar una niña recién nacida [para hacerse una foto, se entiende]. Y yo pensaba, ‘a un acosador sexual no le dan una niña en brazos’. He recibido mucho apoyo en la calle de gente mayor y joven, pero de manera especial de las mujeres. Las mujeres están indignadas diciendo, ‘oye Luis, no vemos nada en eso, de verdad’. No creo que a alguien que ha cometido una agresión sexual le den a su hija en brazos, yo no lo haría”. Pues ya estaría.

“Ni yo. Yo tampoco lo haría con Jenni Hermoso, a saber qué dice después”, le responde Alvise Pérez justo después. De nuevo, sin más adjetivos que añadir. Compra ahí su interlocutor el argumento de base de un Rubiales que dice haber “sufrido una cacería” y que insinúa que el Gobierno buscó aumentar el eco mediático de su caso para reducir el de sus negociaciones con partidos independentistas para la reelección de Pedro Sánchez.

Luis Rubiales, junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el presidente de UEFA, Aleksander Ceferin, en una imagen de archivo.

Luis Rubiales, junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el presidente de UEFA, Aleksander Ceferin, en una imagen de archivo. / EFE

Toda España está en su contra

“En España no hay igualdad y en algunos casos no está habiendo justicia”, insiste para refrendar que todo lo ha vivido estos meses responde a una perfecta conjunción de intereses espurios: Hermoso y “muchas” futbolistas han aprovechado el beso para cobrarse la “venganza” por no entregarles tiempo atrás, mediante “chantaje” la cabeza de Vilda; los partidos políticos (cita a miembros de PP, PSOE y Sumar) se suben al carro de la “demagogia” para desviar la atención de otros temas; los medios de comunicación, “muchos”, han actuado al dictado de la publicidad institucional que LaLiga de Javier Tebas tiene contratada; y la FIFA, subida también a la “demagogia” con un presidente Gianni Infantino, “que no hay más que verle jugar a fútbol para ver lo que le representa el fútbol en su vida”.

Rubiales, durante casi una hora, señala y censura a Jenni Hermoso, a Pedro Sánchez, a Víctor Francos (PSOE), a Javier Merino, a Borja Sémper (PP), a Yolanda Díaz (Sumar), a Pablo Echenique (Podemos), a Javier Tebas, a Gianni Infantino, a su tío Juan, a la mayoría de medios… Y solo calla cuando se le invita a hablar, con un pase de gol a portería vacía, de Florentino Pérez: “Respeto a todos, el Real Madrid es un club grandísimo, como otros clubes, pero no voy a hablar de nadie en concreto”.

Con esa posible salvedad, no detallada, todos los poderes fácticos del país se han alineado en su contra, según su argumentario, por culpa de “un beso como el que le habría dado a mi hija o al lotero el día que me toca la Lotería”. Sirve, en definitiva, la entrevista para que todos los loteros de España se anden con mucho cuidado el día del Gordo y para que todos tengamos claro que, pese a todo, las mujeres de España están indignadas por lo que le ha ocurrido a Rubiales“Ole sus ovarios”.