fútbol - Primera División

El Real Madrid gana sin dificultades

Rentabiliza los tropiezos del Atlético y del Barcelona con un triunfo cómodo

Brahim y Modric celebran el gol del croata para poner el 4-1. |  // EFE

Brahim y Modric celebran el gol del croata para poner el 4-1. | // EFE / REDACCIÓN

REDACCIÓN

El Madrid logró una victoria cómoda ante el Villarreal y aprovechó los tropiezos del Barcelona (a 7 puntos) y del Atlético (a 8, pero con un partido menos). Los de Ancelotti ganaron tres puntos con los que duermen líderes y delegan la responsabilidad al Girona, pero perdieron a Alaba por una lesión que puede ser importante. Mendy se retiró y Tchouaméni volvió a jugar después seis semanas de baja en un encuentro que se resolvió con los goles de Bellingham, Brahim, Rodrygo y Modric.

Jugó muy cómodo el Madrid desde el comienzo ante un Villarreal agobiado por la necesidad de cortar la sangría de goles en contra. Los de Marcelino tenían atrás una formación militar: una línea de seis y tres marcajes al hombre. Pero con cambios de sentido a los blancos les era fácil recortar terreno ante un equipo impreciso en la salida de balón. Es como si el submarino tuviera cruzados los registros de los tres entrenadores que ha tenido esta temporada.

El Madrid jugó toda la primera parte en campo rival. Casi siempre orientado hacia el lado derecho, por donde Lucas llegaba sin precisión, a base centros dispersos. Dejó fuera de combate a Álex Baena, que estaba llamado a ser uno de los protagonistas de la noche por su reencuentro con Valverde tras el puñetazo de la pasada temporada como respuesta a los supuestos insultos.

En otra jugada quedó tocado Gerard Moreno. Pidió el cambio en el tiempo de descuento del acto inicial. Por no gastar una nueva ventana de cambios, el Villarreal jugó varios minutos con diez. Eran golpes en el cuerpo de un conjunto superado que acabó encajando.

Fue en una jugada magnífica en la que Modric puso un pase que solo está al alcance de un jugador con tantísimo fútbol en la cabeza. El remate de cabeza de Bellingham fue canónico.

La mala noticia para los de Ancelotti llegó en forma de lesión. Una más. El damnificado esta vez fue Alaba, quien al intentar interceptar un balón ante Gerard Moreno realizó un apoyo defectuoso. Su mal gesto en la rodilla izquierda hizo que adoptase en el suelo una posición de seguridad. Tuvo un gesto de pánico que transmitió a todo el estadio.

El Bernabéu se sacudió el miedo con un nuevo gol. Celebró en diferido el tanto de Rodrygo, anulado por el asistente, pero autorizado por el VAR. El atacante ha marcado nueve goles en sus últimos 11 partidos con el Real Madrid.

Todavía no se había digerido la salida abrupta de Alaba cuando el Real Madrid dio a conocer otra baja por lesión. Mendy no salió en el segundo tiempo por molestias musculares y Fran García fue su reemplazo.

El Villarreal se aprovechó del desconcierto para recortar diferencias. Parejo puso en marcha el telescopio para enfocar a Terrats, quien asistió a Morales, el hombre gol del equipo de Marcelino. No obstante, no hubo partido. De ello se preocupó Brahim.

Su tanto fue la enésima reivindicación individual de un jugador que ha encontrado su felicidad con los minutos. El Real Madrid decidió hacer sangre con un rival que perseguía sombras. Bellingham tuvo sus más y sus menos con varios contrincantes. Tras recibir una amarilla, llamó a las armas al Bernabéu.

Sus compañeros tuvieron que hablar con él para que bajase las pulsaciones. Modric anotó el gol de la sentencia tras la enésima anticipación de Rodrygo en la presión. El madridismo acabó regalando olés.