“No es lo mismo jugar en Acea de Ama, que quien nos va a ver jugar allí es porque específicamente ha ido a eso. Que jugar en A Torre, que mucha gente de la ciudad pasea por allí, nos verá y se interesará por nosotros”, explica Pedro López-Sors, presidente del CRAT, sobre el regreso del rugby, después de 18 años, a los campos de A Torre. “Nos da mucha visibilidad”, resume. Lo pudo comprobar el sábado durante el reestreno. Jugaba el equipo coruñés contra el Universidad de Vigo la ida de la semifinal de la Liga Gallega —que perdió por 10-15 y le tocará remontar en la vuelta—. “Y mucha gente que estaba allí por el fútbol se acercó a ver nuestro partido. La grada estaba llena y el ambiente fue buenísimo”, destaca. El CRAT vuelve a la ciudad. Deportivamente y socialmente, porque hace un mes que estrenó su nuevo local social, clave para los terceros tiempos y para hacer club. “Yo creo que ahora empieza un proyecto nuevo”, se ilusiona López-Sors.
El siguiente paso, destaca el dirigente cratariano, es que el campo pueda ser homologado lo antes posible para jugar en él en categoría nacional. Para ello, hacen falta algunos “retoques”. “Las porterías de fútbol 11 están sobre nuestra última línea y para jugar en categoría nacional tiene que haber por lo menos dos metros de distancia. Habría que quitarlas de allí en cada partido y creo que es bastante latoso porque hay que utilizar una grúa... están buscando un sistema que lo haga más fácil”, explica López. Es optimista, tanto para esto como para confirmar que el club competirá en categoría nacional en las próximas temporadas. “Las chicas van a lograr la permanencia. Les quedan dos partidos y lo ideal sería puntuar en uno de ellos. Majadahonda es complicado, pero también queda Eibar”, valora y sobre un posible ascenso del masculino a División de Honor B, es cauto, pero confía, sobre todo a largo plazo: “Este año es complicado porque tenemos un equipo muy joven. Lo primero es quedar campeones gallegos y después ir a la fase de ascenso”.
Otro paso a dar también es conseguir que las categorías inferiores del club puedan entrenar allí. “Es un campo adaptado para el rugby, que es un deporte con unas características específicas, como muchas caídas, y el campo ya está adaptado para ello porque es más acolchado y el césped está más alto”, comenta. “De momento están entrenando allí los del fútbol porque esta temporada ya llegamos tarde, a ver si la próxima ya podemos tener allí unas horas”, añade. Pero no niega que todo son buenas noticias. La sede. El campo de A Torre. Y encima ayer España se clasificó para el Mundial por primera vez en 24 años: “Es buenísimo para nuestro deporte. Nosotros ya lo notamos en 2016, cuando fueron los Juegos Olímpicos, que se apuntaron muchísimos niños. A ver si aprovechamos también esto”.
