0-0 | El Dépor despierta poco, despierta tarde

Con suficiencia y sin ambición, no fue capaz de doblegar a La Balona en el último cuarto de hora, único momento en el que demostró de verdad ir a por el partido | Lucas y Quiles fallaron dos claras y Mackay lució una gran mano | Se aleja del liderato antes de la visita del Castilla

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Solo el tiempo agriará o edulcorará el punto que se metió el Dépor en el bosillo en su visita a La Línea. No sienta, de momento, nada bien en boca por el triunfo del Alcorcón y porque la suficiencia defensiva que empieza a demostrar el grupo fuera de casa es incapaz de convertirla en ambición ofensiva. De sentirse fuerte a mostrar el colmillo, eso le falta. Con El Peñón como testigo, el cuadro blanquiazul se descabalga ligeramente de un liderato que hace una semana acarició, y puede caer a la tercera plaza si gana el Castilla, el visitante de la próxima semana en Riazor. Más que la cosecha exigua y un par de ocasiones claras marradas, le condena ante su gente y en el partido el conformismo frente a una competitiva pero justa Balona en un partido de perfil bajo. Solo reaccionó de verdad en el último cuarto de hora. Muy, muy poco. Decepcionante para un club que pretende ascender de manera directa. 

Cavilaba el deportivismo en la previa si Óscar Cano le devolvería su lugar en el once a Diego Villares o si sería ya el momento de Kike Saverio. El vilalbés sí que volvió al campo junto a Rubén Díez y Olabe para dar blindar esa media. El técnico no se quedó ahí: sorprendió como pocas veces en estos meses. Tras varias semanas de asentamiento de la pareja Lapeña-Pablo Martínez, le dio la alternativa a Pepe Sánchez en el centro de la zaga. Le había convencido el jienense durante la semana y quería tirar de su solidez en el juego aéreo para evitar sustos extra. Cambiaba una pieza que nadie esperaba, aunque en realidad el Dépor, como equipo, no sufría una variación muy sustancial.

Fue la Balona en el primer acto lo que se esperaba. Se mostró como un equipo muy preciso en la presión, que le gusta correr si le dejan y que, ante el Dépor, iba a extremar las vigilancias y a equivocarse lo menos posible. Apretó de salida, aunque pronto el Dépor se rehizo y reclamó su protagonismo en el choque. Primero con un cabezazo de Quiles, después con una ocasión de Lucas, que aún estará rondando su cabeza. Llegaban las oportunidades ante la portería antes que el juego para los coruñeses.

Balompédica - Linense

Balompédica - Linense / LOF

En el corazón de esa primera fue cuando el Dépor creció y estuvo más cerca de adelantarse. Ese tramo, además, logró blindar su área. Se repetía, de manera, casi automática una salida desde atrás que pocas veces le dio algún rédito a los blanquiazules. Le faltó finura en casi todo el primer acto, también en el segundo. Por lo menos, no sufría y parecía tener todo bajo control, aunque no pudiese tocar y descoser a su rival todo lo que deseaba. Atascado, frustrado.

Tras una falta directa en la que casi marca Lucas, empezaron los problemas para los coruñeses antes del descanso. Estaba cada vez más ahogado en la salida, su rival presionaba de manera excelsa. Se multiplicaban las llegadas, las cabalgadas y los saques de esquina de los locales. No había pasado nada, pero iba a pasar. Emergió cerca del descanso la figura y la manopla salvadora de Mackay después de una incursión por la izquierda de Guti y un doble remate que no ajustició al Dépor de milagro. El equipo coruñés, muy incómodo, estaba fuera de sitio. No le sobraba, ni mucho menos, el descanso.

Balompédica - Linense

Balompédica - Linense / LOF

La Balona salió con la misma intención de apretar tras el paso por vestuarios. El Dépor prolongaba esa sensación de tirantez en el escenario. Le costaba tener la pelota, ser efectivo con el esférico. Apostaba por la paciencia, por buscar huecos, por cansar a su rival. La realidad, sin embargo, traslucía en la mayoría de las acciones a un equipo falto de ideas, de profundidad y de desequilibrio. De hecho, casi un cuarto de hora le costó pedir de nuevo la palabra en el duelo. Sufría, mientras tanto, entre saques de esquina y aproximaciones. Eso sí, sin que Mackay se tuviese que emplear a fondo en ninguna parada.

Poco antes del ecuador se empezó a estirar el Dépor, aunque no lo que debería. Todo fue tan tímido en este partido... El primer indicio fueron las cabalgadas de Antoñito y que a un desesperado Lucas se le comenzase a ver más... Empezaba, además, el declive físico y futbolístico de la Balona, que acabó perdiendo tiempo en una esquina para conservar el empate. Ni así el Dépor pudo meterle la mano en unos últimos veinte minutos en los que fue muy superior, ayudado también un cambio de sistema.

Balompédica - Linense

Balompédica - Linense / LOF

Casi llega ese 0-1 en un cabezazo de Quiles que pegó en la madera en el minuto 79 tras un excelso centro de Lucas. Poco le salió al onubense en el partido. Ni ese remate ni preservarse de la quinta amarilla, que le dejará sin el envite ante el Castilla en Riazor. Al Dépor, ya más suelto tocando, no le quedó ni el consuelo de morir en el área rival. Ojalá, dentro de unos meses, no acabe lamentando la falta de ambición de una mañana en La Línea.