Unionistas-Deportivo

El Dépor se entierra lejos de Riazor

Su permanente vulgaridad fuera le aleja de la cabeza e incluso hace peligrar el ‘play off’

Alberto Quiles se lamenta sobre el césped del Reina Sofía. |  // LOF

Alberto Quiles se lamenta sobre el césped del Reina Sofía. | // LOF / E. Cobas

De mal en peor fuera de casa. La mediocridad que ha caracterizado al Deportivo durante toda la temporada a domicilio se acentúa en esta recta final de liga. Una permantente vulgaridad lejos de Riazor que aleja al equipo coruñés de la primera plaza, la del ascenso directo, y que incluso amenaza con poner en peligro la clasificación para el play off. El Racing de Ferrol ganó y ya supera al Dépor en la tabla pese a tener pendiente de completar su partido aplazado ante el Córdoba. También sumó ayer una victoria el Celta B y se afianza en la quinta plaza, a solo dos puntos del equipo coruñés. A siete está el Córdoba, pero con dos partidos menos. Si los gana, se situará a solo uno del Dépor, que hoy podría decir prácticamente adiós al ansiado primer puesto si el Alcorcón, a tres puntos, saca adelante su encuentro de este mediodía en Algeciras.

Se entierra a domicilio el Deportivo, empeñado en tirar por la borda fuera de casa todo lo bueno que es capaz de hacer en Riazor. Es el que más suma del grupo en su propio terreno de juego (34 puntos) pero el octavo como visitante (20). Sus registros en sus desplazamientos son especialmente sonrojantes desde el cambio de año, con una sola victoria, en Talavera, en siete salidas. Muy pobre balance para aspirar a esa primera plaza, un objetivo imposible cuando el conjunto blanquiazul se comporta como un equipo del montón fuera.

Hace semanas que se le acabó el margen de error y ayer en Salamanca, como pasó en la anterior salida a León, el Dépor tampoco estuvo a la altura. En el Reina Sofía pasó algo parecido que ante la Cultural. Después de recibir el primer golpe en forma de gol en contra, el equipo coruñés se vino abajo, sin capacidad de reacción. Una nueva muestra de la incapacidad del equipo a domicilio, donde ofrece un rendimiento pobrísimo, nada que ver con el de Riazor.

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